Cuervos

8 1 0
                                    

La noche llego y con eso la oscuridad, una oscuridad de la que Liv aun se estaba liberando, temía a la oscuridad, cada vez que se quedaba a solas con ella una voz en su cabeza la hacia temblar, tentándole a cometer malas acciones y volver a las tinieblas, pero Liv se resistía, no volvería a caer en sus redes. De repente un cuervo apareció en el marco de la ventana llamando la atención de Liv picoteando el cristal, esta con una sonrisa en los labios abrió la ventana dejando paso a aquel pequeño ser negro, el cuervo se poso en en armario dejando caer su cabeza, Liv lo observaba en silencio notablemente mas tranquila gracias a la nueva compañía.

A la mañana siguiente la mandaron llamar el gran consejo de sabios, una vez todos reunidos en la gran sala tomaron asiento, todos mantenían silencio hasta que el mas joven, de nuevo tomaba la palabra levantándose de si asiento a la vez que inclinaba su cabeza.

-Querida, eres bienvenida en nuestra comunidad siempre y cuando actúes de la forma que todos esperamos de ti, eres muy poderosa Liv, y estamos muy agradecidos de que hayas tomado el buen camino -hizo una breve pausa para señalarme - Contigo de nuestro lado contamos con ventaja.

-¿Que pasa con el libro? -le interrumpió la chica.

-Esta en buenas manos, es imposible que nadie fuera de esta sala conozca de su paradero.- Liv se limito a asentir con la cabeza levemente.- Lo que si te pediría es que nos dejes controlarte periódicamente, ya sabes... hay que controlar tu oscuridad, pero lo mas importante es que nadie debe saber de tu verdadera existencia, para los demás seras simplemente una extranjera que viene del sur.

-No quiere que se cunda el pánico si revelo mi naturalidad -dijo bajando la mirada con un poco de burla.

-Debes de entender que a la gente no le gustara la idea de que una criatura de la oscuridad ande entre nosotros tranquilamente.

-Mejor dicho un demonio... -salto con desprecio uno de los ancianos mas alejado de Liv.

-Los tiempos cambian -continuo el moreno dándole una mirada de advertencia al anterior.- pero hay que hacerlo con la mayor delicadeza posible.

-Esta bien -dijo Liv revolviéndose en su gran silla.

-Liv eres libre de moverte por donde desees, te buscara alguien mas tarde para asignarte un trabajo, y recuerda...

-Me estaréis vigilando... ya comprendido -le corto levantándose de su sitio.- con permiso... -se dirigió hacia la puerta dándole un asentimiento al moreno.

Liv salio del gran edificio encontrándose con una gran cantidad de personas andando de un lado para otro, otros tantos se amontonaban en un pequeño mercado que rodeaba la gran plaza, la gran mayoría eran mortales, podía sentirlo, solo unos pocos son bendecidos con el don de la luz, es raro verles mezclados entre los mortales, sintió algunas miradas curiosas a su alrededor por lo que se dirigió a paso ligero lo mas alejada de las casas que encontrase. Llego a un gran claro donde se podía ver un pequeño rió a lo lejos partir el horizonte, se acerco a los arboles donde se sentó al pie de uno frondoso, allí reinaba el silencio siendo el canto de los pájaros el único sonido palpitante, disfruto de aquella sensación a la vez que pasaba sus manos por el césped, disfrutando del frescor que este desprendía, algo detuvo su momento de tranquilidad picandole en la mano, Liv sonrió sabiendo lo que era, abrió sus ojos encontrándose con uno de sus cuervos que la miro ladeando la cabeza.

-Ahora estaremos bien -le dijo al animal que se limito a darle la vuelta para posarse sobre la rama de un árbol con aspecto cansado.

Se empezaron a escuchar golpes a su derecha por lo que se agacho rápidamente sintiendo la presencia de un mortal, cuando dirigió su mirada se encontró con que justamente al otro lado del pequeño río, un joven de cabellos largos y rubios blandía una espada larga y brillante con la que golpeaba el tronco de un árbol muerto, sin flores ni vida, el joven arremetía contra el tronco con fuerza y rapidez, cosa que sorprendió a Liv, no parecía débil y era realmente agradable observarle. De un momento a otro mi cuervo emprendió el vuelo hacia el joven -No vuelve aquí! -susurro la joven, pero el cuervo hizo caso omiso cruzando el río y posándose en el árbol donde segundos antes estaba descargado su ira el de cabellos dorados, este se detuvo al observar al animal dando pequeños pasos hacia atrás para observarlo mejor con una mirada extraña, unos segundos después miro a su alrededor para volverse hacia la ciudad dando un gran salto al rio, pasando por su lado sin percatarse de la presencia de la joven.

 De un momento a otro mi cuervo emprendió el vuelo hacia el joven -No vuelve aquí! -susurro la joven, pero el cuervo hizo caso omiso cruzando el río y posándose en el árbol donde segundos antes estaba descargado su ira el de cabellos dorados, este...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 22, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Oscuridad (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora