La explicación del médico había sido muy clara y él la entendió bastante bien; su cuerpo era un puto traicionero, tantos años cuidándolo para que cuando más lo necesita el muy... le voltee la situación y lo haga pasar por esto.
Y es que JongIn ya no le disgustaba del todo; de hecho admitía que era atractivo, le había tratado bien y parecía un hombre respetuoso, tenía muchos puntos a favor para darse una oportunidad, estaba consciente de que para el noble sería sólo uno más en su cama, sin haber convivido con alguno de los habitantes de esa casa, no podía saber si existían otros "juguetitos" para el Alfa; en su naturaleza no estaba la sumisión y el conformarse con lo que la perra vida le tenía deparado, pero mirando a futuro no veía nada claro; igual y lo mejor era abandonarse a lo que era inevitable.
El calor lo estaba matando, y de seguir así, no dudaba que le diera algún paro cardiaco, las sensaciones en su piel eran demasiado intensas. El simple rose de las sabanas sobre su piel le provocaba algo parecido a corrientazos eléctricos; los pezones no los podía tener más duro y ya hasta le lastimaba si llegaba a tocarselos por error; dos días tenía soportando esos síntomas, creyó que las duchas de agua fría le calmarían, pero el remedio duraba apenas unos cuantos minutos, y ni hablar de su parte baja, podría asegurar que toda la sangre la tenía localizada en el pedazo de carne que se mantenían erguido en medio de sus piernas, a estas alturas masturbarse ya resultaba cansado y doloroso. Y su entrada, la cual no se había atrevido a tocar, pero que sentía le punzaba y demasiado húmeda, al grado de tener que cambiarse la ropa interior cada dos horas. Si JongIn no se enteraba por los síntomas, seguro lo haría cuando las mucamas notaron todos los bóxers manchados.
Imaginaba que para ese momento el médico ya le habría explicado a JongIn sobre su condición y el Alfa correría correría a reclamarle. Ahora que se encontraba tan necesitado y dispuesto, la buena suerte siempre se ponía del lado de la persona equivocado.
Y los minutos de espera se transformaron en horas, el suplicio se acrecentaba y el Alfa no aparecía. ¿Será que no le interesaba que estuviera sufriendo? ¿Pensaba dejarle ahí hasta que el calor le agotará? Conocía lo de los juguetes sexuales que servían para Omegas en celo, pero dudaba que algo así le ayudará en esos momentos, además de que no sabría donde podría conseguirlos ahora mismo. El médico fue muy claro, sólo se cortaría el celo al recibir el nudo de un Alfa y si fuese el que desencadenó aquella reacción, sería mejor.
- Nmn - gimoteaba respirando acompasado.
Tirado sobre el sofá, el fresco que entraba por la ventana le ayudaba a soportar con más dignidad, dudaba que pudiera caminar, es por eso que no había ido a buscar a JongIn pidiéndole que... de sólo pensarlo la rabia le envolvía. ¿Por qué le pasaban esas cosas a él? No era la primera vez que convivía tanto tiempo con un Alfa, ya SooMan les visitaba seguido para "amaestrarlos" aunque nunca les tocó sexualmente, pero JongIn tampoco lo había hecho, entonces, ¿por qué?
La puerta se abrió lentamente y por ella entraba un JongIn con el mismo semblante de siempre. JongDae quiso mostrarse de la misma manera, pero no lo logró, cualquier movimiento causaba rose y los jadeos le salían solos.
- El médico me explicó lo que te sucede - apostilló acercándose hasta quedar a centímetros del sofá donde el castaño se había vuelto a recostar con los párpados apretado.
- No creí... que tardarías tanto en venir - murmuró con voz ahogada.
- Estaba pensando, tratando de encontrar alguna solución para que tu calor cediera.
- ¿Acaso no te dijeron cual era el método más fácil? - preguntó sarcástico, sin dejar de respirar pausado.
- Lo sé, es lo que no quiero....
- ¡Si no crees que sea lo suficientemente bueno para ti, lo mismo puedes pedirle a uno de tus guarros que me haga el favorcito! - exclamó furioso por la reticencia del otro.
- ¿Estás loco? Tú eres mío, no voy a permitir que nadie más te ponga una mano encima.
La declaración sorprendió bastante a JongDae, la monótona voz de JongIn adoptó un tono áspero y hasta podría decirse... celoso.
- Entonces... entonces ¿por que no me tomas? - acotó mordiéndose el labio inferior en un afán de aguantar los quejidos que se atoraban en su garganta.
- Quiero que sea especial, diferente. Te dije que lograría que me rogaras y...
- ¡Pues lo estas logrando! ... Joder, no puedo más, permiteme conservar un poco de dignidad... ¡duele! - se quejó on ojos vidriosos.
Aquella imagen fue como un clic para JongIn, no dimensióno el diagnóstico medico hasta ahora que lo veía, por supuesto que se moría por tomar a JongDae, no sólo ahora, sino todos los días anteriores en los que le tuvo cerca; respirar el aroma acanelado que transpiraba era adictivo, la fiereza con la que hablaba y el salvajismo con el que se comportaba sólo lo hacían más deseable; pero quería cumplir su palabra, no violentarlo o hacerle daño. Ganarse el derecho de hacerlo suyo; más como dice el dicho, "si quieres hacer reír a Dios, pues cuentale tus planes.
Y así resultó con él, se había armado un plan completado para conquistar el aguerrido corazón del castaño, cortejarlo a su manera y ahora no se ecerrara más en sí mismo y le permitiera conquistarle.
- Estabitn
ESTÁS LEYENDO
Cuadrilátero (KaiChen) [Adaptación]
Werewolf- JongDae - saludo con un asentimiento ligero de cabeza -. Mi nombre es Kim JongIn, esta noche voy a derrotarte y serás mío. -¿Estas loco? Tu eres mio, no voy a permitir que nadie más te ponga una mano encima. ¿Sera capaz de tomar a JongDae en su a...