Demons in my head

400 25 6
                                    

Eran las 2:00 am, me encontraba sola en mi habitación, no podía dormirme, afuera nevaba fuerte y mi manta blanca no bastaba para saciar mi frío, era muy fuerte, me dolía la cabeza y no podía mover muy bien mi brazo izquierdo, odio la nieve.

Empecé a “revolotear” por mi cama, dando vueltas, derecha, izquierda, al pie de la cama, pero nada lograba que me durmiese, al cerrar los ojos había rostros espeluznantes por doquier, en lo infinita que es la oscuridad, me aterraba la oscuridad.

Sentí un ruido, como de una puerta abriéndose, pero mi habitación no tenía puerta, ruido de cosas cayendo, pero en mi habitación no había cosas, comencé a asustarme y quise moverme, pero no llegué muy lejos cuando vi una figura negra en frente de mi vieja cama.

“he venido a hablar contigo, Liz”

“¿Qu…quién eres tu?” -estaba asustada, pero no tanto como me lo creía -“Sólo mi padre me llamaba Liz

La extraña persona se acercó y se agachó delante de mí, yo estaba en una esquina y no podía moverme.

“Soy tú”- su mano completamente negra y esquelética quiso tocar mi cabello, pero grité y me soltó- “tu padre te necesita, Liz

Estaba paralizada, viendo como la figura de voz gastada se retiraba de mi habitación, no logré verle la cara, pero me bastó para darme por entendido que mi padre quería verme. Él había muerto hace dos años en un accidente de tren, el día de mi cumpleaños.

Busqué por todos los rincones algún objeto que me sirva para abandonar este mundo e irme con él, pero esta horrible habitación estaba vacía, quise golpearme la cabeza contra la pared, pero esta era mullida, comencé a gritar, por todas partes, recorriendo ese asqueroso cuadrado, viendo demoños en cada esquina del techo.

Luego una puerta se abrió con una luz cegadora saliendo de ella, tres personas entraron, parecían estar disfrazadas de fantasmas, trajes blancos de pies a cabeza. Me sujetaron de los brazos, mientras otra me colocaba una especie de bata blanca que no me permitía mover los brazos, no entendía lo que estaba ocurriendo.

“Otra vez la habitación 114, trae el sedante”- dijo una de esas personas a través de un aparato negro

Ellos no sabían que mi padre me necesitaba y que mandaba a extrañas personas a mi cuadrado a tratar de llevarme con él, esos demonios hacían su trabajo, pero querían expulsarlos de mi mente, luego sentí un leve dolor punzante y se me nubló la vista, los demonios seguían allí, pero luego desaparecieron y no recuerdo nada más.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 25, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Demons in my headDonde viven las historias. Descúbrelo ahora