Ya habían pasado dos días desde la entrevista y el odio caía descontroladamente. No podía entrar ni a mis cuentas sociales por los comentarios horribles que hacían sobre mí. Luke me dijo que solo era cuestión de tiempo, ya pasaría.
Ayer tomamos un vuelo a Melbourne. La ciudad más hermosa en la que he estado. Había venido solo una vez, y fue porque Bella tenía un gran recital aquí.
-Luke -dije tomando su mano antes de salir de la habitación del hotel.
-¿Si? -preguntó.
-Necesito decirte algo, antes de salir -por la expresión de su cara era de preocupación, pero por ahora no tenía nada malo que decirle. Solo darle las gracias.
-Ven, vamos a sentarnos -nos sentamos en nuestra cama y solté un respiro. -¿terminarás conmigo? -preguntó.
-¿Qué? -me sobresalté -No, claro que no.
-Ah, me asusté -suspiró aliviado -¿qué pasó?
-Bueno, no soy buena dando gracias pero lo intentare. Quería darte gracias por lo bueno que eres, eres la mejor persona que he conocido. Y te quiero mucho -decía moviendo mis manos con nerviosismo -eres el único que soporta mis estupideces o berrinches -reí -y bueno, no se que más decir.
-Aw, preciosa -me dio un abrazo -no me tienes que agradecer. Me encanta complacerte y hacerte sonreír -tomó mi cara con sus manos -quiero que sepas que siempre te protegeré. Siempre -yo me acerqué a besarlo pero el tomó la iniciativa primero y me besó de una forma dulce. Pero en un momento empezó todo apasionado. Sentía que el quería algo más que un simple beso. Mis pensamientos se volvieron ciertos cuanto sentí sus manos acercándose a mi cintura y dando leves caricias que hacían que mi cuerpo se estremeciera. Era una sensación nueva para mi, una sensación que daba mucho... placer. Sus manos se adentraron a mi blusa y subían cada vez más. Por inercia, me acerqué a los botones de su camisa y empecé a quitarlos de su agarre. Luke me empezó a besar el cuello llevándome a otro nivel en el que mi cuerpo, solo dependía de el. Sentí que me hizo varios chupetones en el cuello y sus besos llegaron a mi oreja izquierda.
-Oh ___ -decía Luke -eres tan bella, tan radiante. Te amo, me vuelves loco -sus manos empezaron a subir mi blusa y yo después terminé con sus botones. Lanzó mi primera prenda de vestir por algún lado y el la suya por otro. Hizo un movimiento rápido y terminamos acostados en la cama. El arriba, yo abajo. Los besos no eran simples besos dulces como los de siempre. Eran desenfrenados, con pasión y lujuria. Las caricias eran más profundas, en un término que se dedica a que solo las caricias daban placer. Yo empecé ha acariciar su abdomen. Dejé de besarlo para que me mirara a los ojos, sus ojos completos de lujuria, miré su abdomen bien marcado y volví a sus ojos. Ya no eran azulados verdosos como siempre, eran más oscuros. Volvimos a besarnos e hizo un movimiento para que quedara arriba de el. Yo estaba cegada por el placer que me brindaba sus caricias. El botón de mi short se soltó de su agarre. Yo bajé mis manos a su entrepierna para quitar el botón de su pantalón y bajar su cierre. Sentí como sus manos vagaban por mi espalda, provocando que mi piel se volviera chinita. Pero al momento que sentí sus manos a punto de quitar mi sujetador, desperté de mi trance.
-Luke, no -me bajé de el -esto está mal. Perdóname.
-Pero ___, ¿qué pasa? -preguntó sentándose en la cama.
-Luke, no estoy lista. No sé que me pasaba. Estaba cegada. Perdón.
-Espera, ¿no estas lista? -suspiró -___, ¿eres virgen? -asentí con mi cabeza -Me tenías que decir, no sabía -se acercó y me abrazó. Sentía que su querido 'amigo' estaba 'feliz'. Y me despegue de el -¿qué pasó?
-Bueno -me sonrojé -tu... Tienes un problemita.
-¿Qué? ¿Un problemita? -Miré su entrepierna y vi su gran erección.
-Luke, tu... tienes una erección. -dije totalmente sonrojada.
-Oh, perdóname. Pero es que me prendiste, linda -se acercó y me besó la frente -me iré a duchar con agua fría.
-Esta bien -dije en susurro. Me sorprendí mucho en la forma que lo dijo. Me dediqué a arreglar mi maquillaje, busqué mi blusa y me la puse.
Pare nuestro pequeño acto, porque no sentía que Luke era el indicado aún. Tal vez lo era, pero no por el momento. Además, no le he dicho ni un te amo aún. Lo quiero muchísimo, pero se que estoy enamorada de el, cuando un te amo salga indiscretamente de mi boca.
