La película asustó tanto a Steven Spielberg que la tuvo que terminar de ver la mañana siguiente, además dijo que las puertas de su habitación se cerraron solas y no pudo salir hasta que llegó un cerrajero. En esta película los actores improvisaron totalmente sus actuaciones, esto le dio un toque de realismo y naturalismo al ambiente en las escenas. Además tuvo una bajísima inversión en costos de producción.