Hacen muchos años, en un pueblo muy muy lejano, había un niño que quería ser doctor... al pasar los años, se hizo todo un hombre. La muerte le visito y le dijo:
- ¿Queréis ser doctor? -le pregunto la muerte.
- S-si... pero ¿quién eres? -le pregunto aquel hombre tan curioso.
- Quien soy no importa, ahora hagamos un trato, yo te daré un té, con ese te curaras a todas las personas. Pero Ojo... solo le darás ese te al paciente, si estoy en la cabeza del paciente... ahora si estoy en el pie izquierdo del paciente, no se lo darás y morirá.
- Eso es magnífico... pero a cambio de qué?
- ¡Solo quiero que me obedezcas y ya!
Con esas palabras la Muerte desapareció y le dejo la cosecha del té. Al paso del tiempo el curo a muchas personas, tantas que se hizo el doctor más famoso. La muerte hasta ese entonces siempre se le apareció en la cabeza del paciente y lograba éxitos. Hasta un día. La hija del rey se enfermó y el rey acudió hacia el doctor, ya que sus recomendaciones eran muy altas. El rey le dijo:
- Por favor sálvala.... Si la salvas te podrás casar con ella y serás rey. -Al doctor le agrado escuchar eso, pero, la muerte se apareció al pie izquierdo de la princesa. Al doctor no le agrado ver eso y no le hizo caso a la muerte y le dio del té a la princesa haciendo que se cure. La muerte se le acercó y le dijo.- ¡Me desobedeciste! - Grito la muerte.
- L-lo siento es que, es la princesa me quiero casar con ella...-dijo con miedo el doctor.
- ¡Te perdonare esta vez, pero a la siguiente te ira muy mal! - dijo la muerte y despareció.
El doctor después de un tiempo se casó con la princesa y se volvió rey. Vivió una vida de lujos y era muy feliz junto a la reina. Tuvo una hija con la princesa y la princesita creció. Un día aquella princesita se enfermó y el Rey preocupado quería curar a su hija. Y preparo él te. Pero la muerte estaba en el pie izquierdo.
- No... es mi hija por favor déjame darle el té- le dijo el doctor-rey a la muerte. La muerte se negó, pero eso no detuvo al rey, le dio el té a su hija y esta se curó.
La muerte llevo molesto al rey hacia un cuarto lleno de velas, habían velas enormes y velas pequeñitas, pero una vela le llamo más la atención al rey, esta era pequeñita y el fuego se estaba apagando.
- ¿Que son todas estas velas? - le pregunto a la muerte.
- Cada vela que vez es una vida. Las grandes son los bebes que están naciendo y los pequeños los que están muriendo.
- Y esta pequeñita? Se está apagando...-pregunto el rey.
- Esa es tu vela. -le dijo la muerte.
El rey tomo la vela y quiso poner el fuego de su vela en otra vela más grande y más saludable. Tan pronto el cambio el fuego a otra vela, esta se apagó y el rey murió
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Mi Abuelo Joseph #Wattys2016
RandomDavid es un niño de 12 años que ama a su abuelo Joseph, quien es viudo y un vejete solitario... Juntos comparten hermosas aventuras y historias que le cuenta su abuelo adorado Joseph