Capitulo I

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-Hola me llamo Zoey Williams, nací el 24 de abril de 1998, es decir que tengo 18 años...

-Zoey, cariño no tienes que especificar solo sé tu misma- dijo mi madre

-Ma, en el mundo existe gente torpe que aún no sabe, que si tu naciste en el 98 tienes 18- dije tomándome un vaso de jugo

-Zoey!!, que te he dicho sobre los insultos a la demás gente? acaso sabes que donde vas puedes herir a gente con tan solo decirles "torpes"- y si esa era mi madre regañando me por insultar a la basura de la sociedad, pero bueno yo solo asentí mientras ella seguía reclamándome en su tono furioso.

-Mamá, ya basta si?, no me tienes que dar el mismo discurso de siempre acerca de como debo tratar a la sociedad

-Zoey es importante que lo entiendas, pues ya tienes 18 años y debes saber que no todo el mundo es como tu dices, solo porque vives una situación a la cuál muchos de tus amigos sencillamente no comprenden, porque no han vivido todo lo que tu y yo sabemos...y...

-Estúpidos, torpes, ignorantes-interrumpí y le di sorbo a mi jugo

-Zoey por favor, ya basta ve donde te dijeron y trata por el amor a Dios de no insultar a nadie- replicó mi mamá

-Lo intentaré, pero no te prometo nada. ok mami?

-vale, te amo y recuerda lo poco o mucho que hablamos

Mamá se quedó hablando con el vigilante para que nos dejaran entrar en ese lugar, en mi concepto el peor lugar en el que me podría dejar en toda la vida. Pero ahí estaba yo en el centro especializado de salud mental y si así como lo oyen salud mental, según mi psiquiatra es un problema que vengo presentando desde los 11 años sin algún síntoma psicótico o algo parecido, así que me dejó allá y ahí empezó mi tortura, contar mi historia cada parte que había vivido, cada momento en el que me sentí destruida, derrotada por la vida y por las personas alrededor. Así que me interné por 2 semanas, 2 semanas en la pude haber disfrutado del dolor ajeno o simplemente vivir la vida de una manera diferente.

Mamá se quedó en la recepción hablando con la enferma y el psiquiatra, mientras yo solo miraba a mi alrededor con que tipo de personas me tocaría estar, entonces vi a unas muchachas asomarse por una puerta de vidrio, de seguro es la sección de mujeres pensé; no les di mucha importancia, seguía mirando a mamá mientras le salían las lágrimas por dejarme allí pero tanto ella como yo teníamos que aceptar la realidad del asunto. Después de una larga charla me llamó.

-Zoey te internaran una semana dependiendo de tu comportamiento, no te preocupes por la universidad, todo estará listo en un par de días, te dejo tu ropa y tus cosas de aseo por favor prométeme que vas a estar bien y que te vas a recuperar...

-Lo intentaré, te lo prometo-dije en un tono muy seco

-Zoey te amo nunca lo olvides solo quiero que estés bien y te recuperes pronto, te voy a extrañar; te amo Zoey mi pequeña, te amo demasiado- dijo mamá con lágrimas en los ojos, eso me partió el corazón así que la abracé fuertemente y le dije que iba a poner todo de mi parte para salir rápido de ese lugar y volver a estar con ella

En ese momento mamá partió hacia casa llorando y yo me quede ahí observando todo el lugar y con una nostalgia por mi madre, por verla partir, por sus ojos llenos de lágrimas y por el encierro del lugar. teniendo en cuenta que soy un poco claustrofóbica.

Y esa misma tarde empezó mi tortura.....

El Diario De ZoeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora