Querida Emily, siempre fuiste un gran cajón de secretos tantos que era muy difícil descifrar quien eras realmente, te aislabas con facilidad y siempre te esforzabas por superar cada día, él que dirán de todos.
Ante él mundo siempre fuiste la viva personificación de la perfección pero empezar a conocer el mundo te llevo a irte por caminos variados los cuales manchan tu perfecta imagen con cada paso que das.
Aún recuerdo cuando te conocí, nuestras diferencias eran tan gigantescas, tu vida y él mundo en él que vivías era muy opuesto al mio pero los opuestos se atraen y tú y yo no fuimos la excepción , aun así siempre hay peros en cada historia y ninguna posee un final realmente feliz .