Fluorescente

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La habitacion era oscura, pocas cosas podia percibir ya que en esta no habia ninguna ventana ni luz. Llevaba alli encerrada ya mucho tiempo. ¿Semanas? ¿Meses? ¿Años? Habia perdido ya la percepcion del tiempo. De vez en cuando una pequeña compuerta se abria y me servian comida. Solo llegaba a percibir unos rayos de luz y una mano que depositaba la comida en el suelo. A veces comia, otras no.

Esa habitacion sin luz, ni ventanas, ni ruido me atormentaba.Era una habitacion relativamente pequeña, con una mesa llena de objetos medicos, o eso pensaba yo ya que sin luz, mis experiencias con esa mesa habian sido pincharme con lo que me pareció una jeringuilla vacia, cortarme con, probablemente, un bisturí y beber lo que debio ser agua oxigenada, produciendome vomitos y malestar durante un período corto de tiempo.

Hacia tiempo ya que mi memoria se habia atrofiado por completo. Mis recuerdos fuera de ese sombrio sitio se habian ido difuminando y mezclando con mi realidad actual, oscuridad. Lo unico que lograba consolarme era una barra fluorescente, que siempre brillaba, siempre estaba ahi. Solia entretenerme observandola brillar ya que era lo unico que podia llegar a percibir dia a dia, y lo unico que permanecia alli y me daba compañia. Ya no recuerdo como esta llego a estar conmigo, pero agradecia tenerla. Cada vez que me despertaba la miraba brillar. Esta barita fluorescente nunca se cansaba de dar luz...

Yo si, yo estaba cansada de todo. Siempre vivia lo mismo, encerrara y sin luz. Esa situacion me habia vuelto loca tiempo atras, durante muchisimo tiempo,pero ahora ya nada me importaba, solo esa barrita de luz que tanto me inspiraba.

A veces me entretenia con mis pensamientos, intentaba recordar que habia fuera de esa "caja" sin luz, pero la mayoria de veces no lograba recordar nada. Luego normalmente me tumbaba en mi "cama" me hubiese gustado poder tener algo mas que ese colchón maloliente e incomodo. Otras veces, simplemente miraba a mi fiel compañera, la barrita de luz y me quedaba dormida a su lado.

Y mis dias eran asi, una y otra, y otra vez. Me sentia triste porque nada tenia sentido. No sabia porque abria los ojos y porque los cerraba. Dormir me encantaba porque podia no pensar o soñar. Deseaba ver luz, lo anelhaba, pero de lo unico que podian disfrutar mis ojos era de la luz fluorescente que emanaba de la barrita. Yo misma deseaba brillar como ella, poder brillar con intensidad y dar luz.

Cojí la jeringilla y la introduje dentro de la barrita de luz. Vi como la jeringuilla se iba llenando de la substancia fluorescente lentamente, fascinandome, viendo como su luz pasaba de un sitio a otro, iluminandolo. Agarre la jeringilla y la fui metiendo lentamente debajo de la piel, dentro de las venas y aprete suavemente impulsando el líquido hacia dentro. Mis venas se fueron llenando de luz. Y yo, brillando, cerre los ojos para siempre, feliz, fluorescente.

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