¿Qué pasa si un elefante se para en una pata?
¡El pato queda viudo!
Sí, lo sé, soy muy buena con los chistes.
Puede que en este momento piensen que mis neuronas se fueron a correr libres por el monte como Heidi, pero ¡Hey! Yo no soy buena con los comienzos, se los advierto.
Creo que debería empezar contándoles un poco de mi vida como en las típicas historias de romance o algo por el estilo, así que aquí vamos:
Me gusta muchísimo escuchar música, ir por todos lados con los audífonos puestos y sentir que el mundo es mío (si, siempre digo frases como esas), aunque a mi madre no le guste y diga que un día de estos me atropellarán.
Me gusta muchísimo el arte, aunque no sea la más buena con eso, a mi me encanta.
A veces hablo mucho, como se darán cuenta, pero no lo puedo evitar.
Y por supuesto, tengo el mejor novio del mundo entero.
¡Ja! Si claro, seguramente estaban esperando que hablara sobre eso, pero en realidad no me interesa, no se necesita un novio para ser feliz, mi felicidad no depende de nadie, me conformo con las experiencias que cuentan mis amigos y con los adorables chicos de los libros, además creo que aún no estoy lista para eso.
Pero alto, eso no quiere decir que me niegue a tener una relación o sea una amargada que odia todo a su paso y lance piedras a las parejas que veo en la calle, lo cual sería muy divertido, pero no. En fin, creo que ya me desvíe del tema como siempre, recuerdo que una vez pase más de 3 horas hablándole estupideces de como se verían los caballos con calcetines a mi amiga cuando sólo debía decirle que se me habían quedado mis zapatillas en su casa y...
¡Ven! ¡Lo he vuelto a hacer! Mejor me callo.
A lo largo de la historia conocerán mucho más sobre mí así que vamos al grano.
Suelo ir a un parque cercano a mi casa, es algo único. Está rodeado de grandes cerros y árboles magníficos que le dan ese aire tan bonito y único. Muchos de los guías que dan Tours toda la semana o cuidadores del parque ya me conocen y soy la pequeña de la familia, ahí todos se quieren y mantienen la misma pasión por la naturaleza, son muy unidos y se consideran familia, una loca y especial familia de la que ya soy parte.
Desde pequeña o más bien desde que mamá me deja venir sola hasta acá, me he pasado la mayoría de mis tardes leyendo, descubriendo nueva música, escuchando y disfrutando mis canciones de siempre, bailando, riendo y tonteando con los chicos del parque y todos los que forman parte de la familia 26. Si, así se hace llamar el grupo de trabajadores y personas que disfrutan mucho de ese lugar tanto como yo y que se han vuelto tan unidos. Oh, se estarán preguntando, ¿Familia 26? Sí, ese es el nombre, ya verán el por qué.
Pero esperen, aquí viene lo bueno.
En la familia, ingresa una nueva persona, la cual hará que pase extrañas aventuras y haga sentir que mi mundo es aún más lindo con él dentro, que la magia no está sólo en las películas, sino en nuestro interior y lo que podemos causar en otras personas (de nuevo con cursilería).
Ese chico es una idiota sin remedio, pero vaya que puede ser adorable.¡Ahora quiero mi Oscar por no desviarme del tema y decirles lo que debía!
Espero que les guste mi historia y no piensen que a mis neuronas les gusta correr y esfumarse de mi cabeza.Sean bienvenidos a mi extraña mente.
¡Oh, esperen! ni siquiera conocen mi nombre, lo lamento pero ya saben que con esto de que me desvío del tema se me olvidan las cosas, me llamo Noah, Noah Derricks.
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26
Teen FictionUna amante de los libros, la música, la vida y pensar sobre todo. Con una ligera obsesión con bandas. Un poco de mal carácter, pero eso no importa ahora. Un amante del arte, el baile, la música, alguien que disfruta la vida, pero que guarda secretos.