Aquel día desperté asustada, tiré mi cobija y caí rodando del apuro, mi maestra se enfadaría porque me había levantado tarde de nuevo; no era raro que no hubiera escuchado mi alarma pero si era extraño que mamá o mi hermano no me hubieran avisado. Torpe y vagamente hice el aseo, no me daba el tiempo para ducharme. Los minutos corrían como si estuviesen sobre caballo y yo tendría que estar en el salón con mi profesora antes que mis padres me condenaran a regaños y castigos por mi impuntualidad.
Las escaleras me entorpecían al momento de bajar, no podía atender mis pequeños pies a la par que prestaba atención al camino; si supiera cómo usar el elevador lo haría sin problema, pero aquellos botones eran bastante confusos y la presión dentro de la cabina me mareaba demasiado.
Fui corriendo a la cocina para tomar mi desayuno, estaba segura que abuela me había preparado tostadas con mermelada; pero cuando me paré de puntitas para ver qué estaba en la mesa sólo vi unos cuantos utensilios sucios y restos de comida. Busqué a mi abuela y busqué a mamá, ninguna de las dos se hallaba en la cocina, finalmente me rendí y fui junto a mi tutora, seguramente el hambre se me pasaría luego de algunos cálculos.
Llegué en donde me tenía que reunir con mi maestra, no la vi por ninguna parte, tomé asiento en mi sillón favorito mientras hacía de espera para cuando llegase ella. Pasaron los minutos y nadie aparecía, mi pobre barriga hacía ruidos al aguardo de comida; ya no resistía, tenía que hacer algo o si no iba a morir de hambruna en cualquier momento.
No esperé ningún minuto más, ya era pasada las nueve y aquella señora aún no aparecía, corrí de nuevo hasta la cocina y, cuando estaba por ingresar, me topé con alguien tan de pronto que casi lo hago tropezar.
-Bra...- me había susurrado, levante la vista y sonreí de encanto al ver otro día más a mi hermano -¿Qué sucede? ¿Estás bien?
No pude evitar enfadarme un poco, todos se pusieron a trabajar temprano y olvidaron prepararle el desayuno a una niña de cuatro años. Cuando estaba a punto de protestar no pude evitar detenerme al ver a mi hermano cubrirse la cara, refregaba los ojos y aguantaba un tipo de grito, parecía estar apurado; ya no lo quería molestar, seguro se habría peleado nuevamente con papá.
Negué con la cabeza sin emitir sonido, vi como hizo una mueca de alivio; antes de marcharse por donde iba me ordenó que no saliera del salón, que podía ver la televisión si quisiese ya que mi maestra no vendría, ella había tenido un inconveniente y me dejó el día libre, claro, con deberes que seguro después me dará.
Obedecí a mi hermano mayor, encendí el televisor y me postré en mi asiento para presenciar dibujos animados para niñas como yo. Nuevamente el tiempo pasó, ya eran casi las once de la mañana y no había probado ni una miga de pan. No había visto a nade en todo el día a parte de Trunks, ni si quiera a mi madre, quien siempre se tomaba unos minutos en la mañana para poder hablar juntas.
Presencié unos murmullos en el pasillo de al lado, curiosamente pasé de un sofá a otro para poder visualizar mejor lo que sucedía. Observé a mis abuelos discutiendo, el abuelo iba de aquí para allá buscando algo, mientras que la abuela se quedaba estática con un pañuelo entre manos y cara. También parecían bastante ansiosos como lo estaba Trunks hacía unas horas.
-Bra... querida...
Mi abuela de descubrió cuando, de puntillas, me aproximaba hacia ellos; ella me abrazó con fuerza mientras gimoteaba angustiadamente sin alejar el pañuelo de su rostro. Pregunté por qué estaba así, dulcemente me dijo que el viento otoñal le había traído alergias muy fuertes, pasé por desapercibido aquello. Observé a mi abuelo, quien estaba distraído rebuscando caja por caja algún que otro objeto como siempre lo hacía; pero parecía estar enfadado, realizaba movimientos bruscos y en algunas situaciones las cosas volaban de sus manos.

ESTÁS LEYENDO
¿A dónde fuiste, mamá? [One-shot] (O.S AWARDS) (Concurso Team Dragon Ball)
FanfictionUno de esos días, cuando tenía cuatro años, ya no la vi más. Busqué alguna información sobre ella pero nada encajaba en aquel rompecabezas de la realidad. La única solución para mi inquietud era un bolígrafo y un papel para poder decirle lo mucho qu...