La vida sigue.

cap. 12 Nuevos amigos

J-El vuelo fue bastante largo no pude dormir mucho ya que la noche duro muy poco y el día también ademas estaba un tanto nerviosa porque no sabia que pasaría cuando llegara, se supone que un asesor de la universidad tenia que ir a recogerme al aeropuerto y me ponía bastante inquieta dejar que un extraño me escoltara hasta la allí pero no tenia otra opción, el aterrizaje fue impresionante el aeropuerto de París era mas grande de lo que imagine, en el momento que íbamos aterrizando a los lados había otros aviones bajando al mismo tiempo que nosotros fue espectacular literal mente tocaron el suelo al mismo tiempo que nosotros y estoy segura de que parecía niña pequeña mirando por la ventana con cara de asombro, llegamos en plena tarde así que fue asombroso verlo pero me imagine que se debía de ver increíble de noche también, esperamos un rato en el avión en lo que nos dejaban bajar y mientras las otras personas se paraban para bajar yo me quede sentada en mi lugar esperando a que todos bajaran  me quede viendo a los niños que iban con sus papas a ver la cabina de el piloto y fue muy divertido recordé mi primer viaje en avión que me causo un miedo  irreparable a las alturas pero a la bruta de mi me encantaba viajar lo cual era toda una ironía aunque solo me daban miedo el aterrizaje el despegue y las turbulencias cuando creí que  estaba mas vació decidí bajar y me subí al transporte que nos llevaría a la terminal tardo un poco en salir porque aun había personas dentro de el avión, en cuanto todos se subieron al transporte partimos, llegando a la terminal pude ver un mar de personas viendo y buscando por donde recoger sus maletas, una señorita fue muy amable de indicarme donde se encontraba mi terminal, espere a que la banda pasara mis maletas las tome y salí, el lugar era impresionante mente grande y pude ver muchas personas de muchísimos países  alemanes, chinos, rusos, árabes, gringos, mexicanos, portugueses de todo era como una super mezcla cultural pero entre tanta gente me perdí y no encontraba por cual compuerta debía salir así que le pregunte a un trabajador de el aeropuerto y me indico la salida, en cuanto salí un muchacho se me quedo viendo estaba recargado en un porche blanco como el que me habían mencionado que iría por mi así que supuse que era el quien me recogería y entonces me acerque 

-¿Tu eres Jacinda?

-Si soy yo

-Mucho gusto, soy Melchior 

-Como el de los reyes magos- dije con un pequeño tono burlón 

-Algo así, es un nombre muy típico aquí en Francia

-Vaya

-Permite me tu equipaje lo pondré en el maletero, mientras tu sube al auto- hice lo que Melchior me ordeno y me pregunte porque no me habría hablado en francés y me sorprendí de que dominara tan bien el español mexicano mínimo-Listo 

-¿Y vamos a la universidad?

-Por eso estas aquí ¿no?- dijo con un cierto toque de sarcasmo que me causo gracia, me acomode en el asiento y solo observe por la ventana, de lo poco que había visto de la ciudad me resultaba magnifico y estaba ansiosa de visitar el museo de Louvre pero primero lo primero instalarme en mi departamento, no antes de ir a una pequeña junta en la escuela para arreglar los papeles de mi llegada y de la escolaridad entonces me di cuenta que seria un día muy largo.

A-En entrenamiento de fútbol me la pase distraído y enojado por alguna razón, cuando llegue a casa ese sentimiento no cambio mucho y no me sentía de ánimos pero sabia que tenia muchas cosas que hacer salir con Marinette que resulto ser quien siempre me había mentido, me di una ducha rápida me cambie de ropa y salí, se supone que ese día íbamos a vernos para salir en Andares no sabia que hacer si terminar con ella en ese momento o no, en los últimos días habíamos salido mucho y era un tanto agradable en cierta forma pero era demasiado posesiva siempre me agarraba de la mano con fuerza la cual no era mucha así que supuse que no tenia gran fuerza física y cada chica que pasaba junto a mi la comía con la mirada en una manera nociva y toxica  aunque no me dijeran nada con que me vieran o simple mete pasaran y la verdad me molestaba que fuera tan posesiva, se la pasaba intentando besarme frente a todo mundo lo cual me resultaba incomodo y poco ético, así que me decidí que  ya no quería estar con ella mas tiempo no mientras la chica que de verdad quería y por tonto deje ir estaba e otro continente y probable mente no pudiera recuperar la, no tarde mucho en llegar a la plaza y tampoco tarde mucho en encontrarla en cuanto me diviso se puso de pie y se abalanzo sobre mi para darme un abrazo  

-Hola mi amor 

-Hola

-¿Porque llegas tan tarde? pensé que ya no ibas a venir

-¿Porque me mentiste?

-Perdón, yo no te e mentido en nada 

-Si, si me metiste desde el momento en el que te conocí

-¿De que hablas?

-Tu y yo nunca fuimos novios ni tuvimos nada que ver

-Pero...- trato de hablar pero la interrumpí- Y yo de tonto termine creyéndote, yo te odiaba antes de que comenzara todo esto

-Ella nunca te mereció no es suficiente para ti es una simple y no tiene nada de especial  

-!Tu no tienes nada de especial¡ eres un asco de persona una manipuladora eres una víbora, ella es mucho mas especial y mucho mejor que tu 

-Que pena que no lo viste antes si tienes razón te manipule y tu me creíste por idiota, pero ahora no puedes hacer nada ella ya esta de el otro lado de el mundo y no puedes hacer nada para recuperar la

-Si puedo aun tengo una opción

-Vas a ir por ella romeo, piensa lo después de lo que le hiciste de seguro ni siquiera querrá verte 

-No me importa y sabes una cosa más 

-¿Que? 

-Terminamos 

-!No¡, no puedes dejarme así como así  no después de lo que hemos pasado 

-Tu y yo no hemos pasado nada y tampoco somos nada, te odio y nunca debió dejar de ser así, me alegra no haberme acostado contigo cuando me lo insinuaste no hubiera podido quitarme el asco 

-Ya quisieras, no te habrías despegado de mi y me hubieras rogado por mas 

-Yo no le ruego a zorras- en ese momento me di cuenta de que ya no valía la pena seguir discutiendo así que me fui no sin antes dejarle bien claro el asunto de que ya no eramos nada y que ya no quería volver a verla nunca, entre a un Starbucks, me pedí un café y me senté en una de las sillas  no sabia como rayos iba a hacer para recuperar a Jacinda pero algo tenia que hacer no iba a dejar que la única que de verdad valía la pena se fuera para siempre.