Gangsta (HopeV) O.S

01

Kim TaeHyung con 22 años de edad trabaja en el prostíbulo de su tío, claramente al principio no quiso, pero al ver la situación en la que estaba pasando con su madre decidió comenzar en la "industria" de la prostitución. En un comienzo lloraba por el dolor que sentía en sus partes íntimas y en otras partes del cuerpo. Con tan solo trece años sentía los abusos de esos hombres y mujeres, estas últimas no son como siempre las pintan; frágiles y delicadas, ¡oh! claro que no, esas mujeres lo maltrataban, con las que estuvo le pedían cosas horribles y hasta le llegaron a golpear.

Pero ahora todo es diferente, con una edad bastante madura sabe que es lo bueno y que es lo malo. Ya no tiene que aguantar los insulto de su madre; no era drogadicta ni alcohólica pero si una maldita perra enferma, se acostaba con cualquiera así fuera hombre o mujer, cuando le contó sobre su plan de ir a trabajar para su tío, ella solamente le dio una sonrisa y lo felicitó porque por fin iba aportar algo al hogar.
Ahora su madre está muerta ¿de qué? nadie lo sabe, ni sus propios amantes, solamente fue hallada sin vida en su habitación.

Para TaeHyung fue un peso menos de encima, a pesar de no vivir más
con su madre desde que empezó a trabaja, ella seguía jodiendole la existencia, no tuvieron más contacto alguno pero su tío por ser el hermano de ella le quitaba lo de su paga de la mayoría de noches, pero ahora eso terminó.
Ni un velorio ni un entierro pero si sentimientos muertos y una maldita vida menos en este jodido mundo.

Ni una lágrima fue derramada sobre su ataúd, ahora debe estar quemándose en el fuego del infierno, retorciéndose de dolor, sintiendo todo lo que sintió y seguirá sintiendo su hijo.

Hoy, una fría noche como todas las anteriores, un hermoso chico de cabello castaño claro con mechones dorados está sentado en la misma mesa de siempre con alguno de sus clientes. De ser el tierno y raro niño como todos le decían, ahora es un hombre totalmente deseado y con ganas de otro trago.
Observando tanto como sus compañeros y compañeras de trabajo deslizan su cuerpo en una danza elegante pero sexy entre ellos; Park JiMin, un hermoso chico que aparte de eso es su gran confidente.

Como chico de compañía le da un último beso candente a su comprador, un hombre adinerado pero infeliz que solo busca un rato con alguien con la misma desgracia que él.

El reloj apuntando las tres en punto el tiempo ha acabado, el siguiente turno sigue para algunos como para TaeHyung pero para algunos no, como JiMin. Los empresarios borrachos, drogados y extasiados empiezan a elevar sus voces quejándose, algunos pagan más tiempo u otros se van yendo.

Viendo como su compañero JiMin baja de la pequeña tarima acomodando su ropa se acerca hasta él con una pequeña sonrisa.

— Será mejor que descanses.

— ¡Oh eso voy a hacer! pero no sin antes un cigarrillo — le devuelve la sonrisa — ¿Y tú, tienes que seguir?

— Te acompaño que también necesito uno y sí, tengo que seguir pero con el próximo que llegue.

Con un suspiro y una mirada melancólica de su parte salen del lugar, con apenas unas pequeñas prendas protegiendo sus cuerpos miran las calles no tan desoladas. Están en el centro de la cuidad y varias empresas están a unos pasos de ellos, pocas personas van y vienen, los turnos rotan también para ellos pero con la diferencia que ellos ganan dinero limpio y sin ser pisoteados a veces.

— Putos amanecidos — dice una señora al pasar frente de ellos  — que asco.

Acostumbrados a ese tipo de palabras siguen dándole caladas asus cigarros hasta acabarlos, ya una rutina para ellos siguen mirando lo mismo de todas las noches.