Hisorias Eroticas

Me encontraba en mi cama, ese día había sido algo intenso, el instituto me traía agotada, el estrés de las notas finales era horrible. Decidí  darme una ducha caliente, fui a preparar la tina, con sales y aromas y volví a mi pieza a buscar mis juguetitos sexuales que tanto amaba en estos momentos de estrés.

Desde mi pieza ya podía sentir ese aroma que tanto me excitaba y empezó a subir mi temperatura corporal por lo cual  comencé a quitarme la ropa lenta y sexymente, primero el vestido, luego el brassier y finalmente las braguitas de encaje blanco que tanto me gustaban, quedándome con los tacones aguja negros que tanto me excitaban.

Llegue a la bañera y me quite con calma cada tacón y me sumergí dentro de ella. A la media hora me encontraba tan relajada que decidí salir e irme a mi pieza a ver una peli porno. Justo estaban dando una peli que iba ya por la mitad, estaba el hombre dándole duro por la vagina a una chica de 17 años.

En ese momento me empecé a calentar y metí mi mano en mi vagina, estaba muy mojada, comencé frotándome lentamente el clítoris y luego comencé a avanzar hacia mi vagina. Me levante así como estaba y salí a mi jardín y detrás de unos arbustos extendí una toalla y acosté dejando mis juguetitos a un lado. comencé por imaginarme que un vecino me podría observar y eso me puso a mil por hora, así que decidí meterme un dedo en mi vagina, se sentía tan rico, al rato me coloque el consolador y un vibrador en el clítoris, se sentía muy rico, ya le estaba dando como a una puta. Al par de minutos mis gemidos se escuchaban por todo el patio, no dudaba en que los vecinos también lo estuvieran oyendo.

En eso es cuando siento unos pasos, pero no hago caso ya que estaba en mi jardín, de repente siento que me detienen el vibrador y me quitan el consolador de una, se sentía tan vacío después de haber estado tan rico. En ese momento siento un dedo dentro de mi vagina, y siento que comienza a dilatar mi vagina, no abro los ojos porque quiero disfrutar al máximo de esto, es en eso cuando me doy cuenta de que ya van cuatro dedos en mi vagina, estoy tan caliente y se siente tan bien, que empiezo a exigirle que le de más y más rápido y me dice que no, que me va a masturbar hasta volverme loca y hacerme desfallecer. A los par de minutos estoy tan dilatada que me ensarta su mano completa de una, es una sensación única, en un momento siento que me voy a venir, y el lo nota, por lo cual comienza a dilatar mi orgasmo, baja la velocidad, algo que me esta volviendo loca. Le exijo mi orgasmo y me dice que aun falta, es en eso que mete su mano de una y la abre adentro, encontrando mi punto G, es ahí donde me desarmo y caigo rendida, ha sido el mejor orgasmo de mi vida. Pero al parecer el no esta satisfecho aun por lo cual me ensarta el consolador y me coloca el vibrador en modo rápido, y en tan solo unos minutos me viene un orgasmo tras otro, dejándome como si hubiera corrido una maratón.

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Nota: Esta es la primera historia erótica que escribo, si quieren más voten y comenten.