Enseñame a vivir (La Corda d' oro)

Capitulo 2: Inevitables caídas.

 Capitulo 2: Inevitables caídas.

Los mire fríamente antes de avanzar hacia la entrada con mi maletín en mi hombro, una vez que me despedí con una inclinación de cabeza, al chófer con Yuumi-ne a mi lado. Caminamos juntas, ignorando por mi parte, los comentarios que comenzaron a volar sobre mí sin disimulación alguna.

— ¿Quién es ella?

— ¿Por qué viene con Fuyuumi-san?

— ¿Serán parientes?

— ¡Ella se ve cool!

— ¡Que hermosa es!

— ¡Se ve como una perra!

— Parece una completa presumida.

Todo tipo de comentarios e insultos se escuchaban pero hice caso omiso de ellos, observe con detenimiento la estatua del hada de la música, había leído la historia en el diario de mi madre biológica que se me fue enviado el mes pasado. No pude saber quien lo envió pero si de donde y fue de esta academia... me quede pensativa observando el edificio escolar.

—Le-Lexi-chan –me saco de mis pensamientos mi prima, parpadee y la mire con una pose "cool", según los murmullos alrededor de nosotras, haciendo que suspirara con cierta irritación.

— ¿Qué? –pregunte con indiferencia pero con ojos suaves, ella era consciente de mi cambio de actitud frente a desconocidos.

—Debes i-ir a la o-oficina del director pa-para que te digan tu salón –me informo tímidamente, asentí agradeciéndole con la mirada antes de distraerme ante los gritos de las muchas chicas que había en la academia ¿Qué demonios? Pensé molesta ante sus chillidos tontos, me gire y note que de un lujoso auto, bajo un joven alto, mayor que yo seguro, con cabellos largos lila y ojos miel; su expresión era amable aunque... sacudí mi cabeza restándole importancia al asunto y me di la vuelta para continuar mi camino pero choque contra un cuerpo haciendo que me tambalee.

—Deberías fijarte por donde caminas –me dijo una voz fríamente y grosera, fruncí el ceño molesta antes de alzar la cabeza para maldecir al idiota pero me quede sin habla ante la persona que tropecé, esa persona de ojos dorados y cabellos azules, me miraron con sorpresa y alivio.

—Len –susurre en shock mirando a mi mejor amigo desde la infancia al que quería como un hermano mayor, avance para poder abrazarlo pero me lo pensé deteniéndome al notar a la gente observándonos con curiosidad, suspire y puse mi mascara sin emociones –me alegro verte de nuevo, no sabía que venías a esta academia –comente con indiferencia, el alzo la ceja ante el cambio de actitud pero lo entendió, él tampoco era de los que le gusten llamar la atención.

—Vengo desde mi primer año –me informo caminando a mi derecha, note que Yuumi-ne me hacia una seña hacia sus amigas, le asentí dándole una leve sonrisa indicándole que estaría bien antes de seguir mi camino con Len -¿Debes ir a dirección? –me pregunto recibiendo un asentimiento de mi parte, me guió por escaleras y pasillos.

—Esta escuela se ve agradable a la vista y enorme –comente mirando alrededor con curiosidad, notando los alumnos alrededor charlando alegremente, escuche una leve risa sorprendiéndome al darme cuenta que provenía de Len, por suerte para él nadie lo había notado -¿Qué te divierte? –le pregunte irritada pero en el fondo feliz de ver reír a mi viejo amigo.

—Tu Lexu, no has cambiado nada en absoluto –me respondió con su rostro estoico, sin dar signos de haber reído, me encogí de hombros –me sorprende verte justo en "esta" academia –agrego dejándome confundida.