4.- La terapia

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Cuando el doctor Payne y Carlos se habían retirado, la terapia comenzó.

Sentado en un diván de color negro su memoria comenzaba a recordar, con cada pregunta que Sarah hacía.

Recordaba su estancia en el orfanato, siendo criado por cristianos, siempre había sido el punto de burla de los demás niños debido a sus gustos, a Harry le gustaban las cosas de las niñas, y era muy sensible. Volviéndolo tímido.

En su cumpleaños número 8 le dieron un regalo especial. Había una foto pequeña de su madre, era una mujer hermosa, según le explicaron, era lo único que había cuando lo dejaron en aquel lugar. Y desde ese momento lo conservó.

Al crecer un poco más, su atractivo destacó más que en los otros chicos. Por alguna razón su cuerpo se volvió curvilíneo y delgado, sin en cambio sus amigos se ensanchaban de espalda y pequeños rastros de bigotes crecían sobre su boca. Tal vez eso fue lo que llamo la atención de Simon. Casi nadie adoptaba a adolescentes, todos preferían niños pequeños, pero Simon lo adoptó.

Era extraño como a un hombre le cedieran la custodia de un menor, de una manera rápida. Cuando una familia luchaba para obtener la adopción. Y eso Harry lo tenía presente.

Tenía 12 años, cuando llego a aquel pasillo con muchas puertas. Simon lo llenos de caprichos, pero jamás le explicó lo que vendría después. Fue encerrado en una habitación con el número 33, en ella había varias literas y un sutil aroma a humedad. Ropa tirada por todas partes. Era evidente que vivían más personas allí.

Ruido de música hacia retumbar el piso. Y pronto risas y pasos se hicieron presentes desde afuera. Gritos y gemidos vinieron después. Desconcertando a Harry por completo ¿En qué lugar estaba?

No supo en que momento el sueño lo venció. Pero no tardó en ser despertado. La habitación estaba ahora repleta de personas, más bien de muchachos no más grandes que él. Fue arrojado a la orilla del colchón sin que nadie le dirigiera una palabra. Pronto se hizo el silencio. Pero sabía que nadie dormía. Por lo bajo se escuchaban sollozos. Que le impedían dormir.

La mañana se hizo presente, y con ella aprendería sus deberes de ahora en adelante. Limpieza, de habitaciones. Junto a los más grandes aprendió una nueva palabra, "Burdel", el lugar de perdición donde seria esclavo hasta que fuera útil.

Un joven en particular llamo su atención desde que lo vio. Su cara tenía un enorme moretón en el pómulo, provocando que su ojo se cerrara casi por completo por la hinchazón.

"¿Qué te paso? " pregunto Harry al muchacho cuando reunió todo su valor para hablarle.

"Intente escapar anoche, Simon se enojó" dijo el muchacho sin mucha importancia encogiendo los hombros.

Recogían preservativos usados, vasos con alcohol aun en su interior, y alguna que otra basura del suelo, retiraban las sabanas de las camas, algunas manchadas. Harry desconocía la mayoría de las cosas que veía. A pesar de que el orfanato era un feo lugar para vivir, jamás había sido testigo de la violencia, nunca se imaginó que tal atrocidad le tocaría presenciar.

Esa fue su rutina por mucho tiempo, limpiar, y obedecer. El miedo se generó poco a poco en su interior, los chicos no eran malos, solo eran niños que perdían su inocencia a temprana edad, y de una manera brutal.
Le habían contado sus historias, cada una difícil de creer.

Su cumpleaños se aproximaba, pronto cumpliría 15 años y sabía lo que le esperaba. 'La Subasta'. Los chicos eran exhibidos ante el público de hombres que llegaban para saciar sus instintos enfermos.

Un día antes de 'La Subasta', muerto del miedo hizo algo arriesgado quería escapar, quería desaparecer para que ningún hombre lo eligiera. Para que no ocurriera. Pero Simon lo descubrió y con rabia lo había golpeado, flagelando su cuerpo con un cinturón. "Procure no lastimarte demasiado, más te vale no querer escapar otra vez o te ira peor"

Esa noche cada corte provocado dolía, pero solo un chico se atrevió a ayudarlo. Aquel del morete en el ojo, Joe se llamaba.

Y el gran día llego. Temblando de pies a cabeza, Harry mordía sus uñas mientras veía a la masa de hombres aumentar la cantidad de efectivo que ofrecían por él. Al final uno solo gano. Un hombre de estatura media con cabello cano y demasiado delgado.

Dirigiéndose a la habitación 6 asignada al joven Styles, empezaría la tortura. El hombre besaba a Harry y este trataba de no llorar. Recorría su cuerpo sin obtener respuesta por parte del rizado. Poco a poco sus prendas desaparecieron y el contacto fue aún más asqueroso. Recostó a Harry boca abajo en la cama, jugando con su miembro en su entrada Harry no detuvo las ganas de llorar, su cuerpo dolía demasiado, cuando comenzó a penetrarlo Harry ahogaba sus gritos en el colchón. Y entre el dolor y el trauma que esto le estaba provocando comenzó a sentirse mareado.

Cuando termino Harry se quedó acostado en el colchón en posición fetal. Lloraba desconsoladamente, su cuerpo se sentía sucio, lastimado, algo se había quebrado en su interior.

"¿Cuantas veces intentaste suicidarte? " la voz de Sarah lo regresaba a la realidad, pero no podía evitar sentirse sucio con solo recordar.

"Solo 10" las lágrimas corrían por sus mejillas, no las detendría, siempre tendría todos esos recuerdos presentes.

"¿Tienes algún tipo de adicción?" solo preguntas, solo eran eso, preguntas que lo hacían revivir momentos.

"No, alguna vez consumí, pero era peor cuando regresaba a la realidad, deje eso aun lado"

"¿Viviste algo más que tenga que saber?" Si lo había solo uno.

"Joe murió frente a mis ojos, había enfermado y adelgazó, ya no comía, ni tenía fuerzas, Simon dijo que tenía SIDA, y no le prestó atención, pero solo así se libró de ese lugar, con la muerte, yo quería hacer lo mismo por eso intente escapar para que los guardaespaldas me matarán a golpes, intente cortarme las venas y también tome grandes cantidades de pastillas. Pero Simon no quería que muriera, todas las noches ganaba cantidades de dinero por mí, me convertí en el favorito, por eso me mantenía con vida" la voz de Harry sonaba alterada, con cada palabra el tono de voz aumentaba, y las lágrimas escurrían de sus ojos, pronto comenzó a jalarse los cabellos de la cabeza y a golpearse. Estaba entrando en una crisis.

"HARRY, HARRY, MIRAME POR FAVOR MIRAME" gritos retumbaban en su cabeza, pero reconoció la voz, al abrir los ojos contempló a Louis que lo sostenía con ambas manos, Harry se abrazó a él. Un piquete en el brazo lo hizo sentir adormecido pronto.

"Quédate conmigo Louis" fueron las últimas palabras que el rizado pronunció antes de caer dormido a causa del calmante.


*****
Me dolió imaginarme así a Harry y la desesperación que sintió Louis al verlo actuar de esa manera.  Rayos llore lo juro.

Chicas espero que les guste este capítulo,  en verdad me estoy esforzando mucho para que la historia sea de su agrado.

No olviden dejar su voto y su comentario...

All the love. K 💙💚

Una Llegada Inesperada |L. S. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora