"Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba allí"

"Dinosaurio"

"Dinosaurio". Así llamábamos al edificio verde y alto donde papá trabajaba.

Miércoles 3 de Agosto. Son las cuatro y media aproximadamente, papá vuelve a las cinco en punto del trabajo. Por lo general lo espero sentada en la escalera que da a la puerta principal de nuestra casa.

Mamá murió poco después de que yo naciera, han pasado seis años de su partida. Mi hermano mayor aún la extraña, suele discutir con nuestro padre muy a menudo, creo que es porque ambos la recuerdan con tristeza. No la conocí, no tengo recuerdos de ella, y por eso no puedo sentir lo que ellos.

Hoy es el cumpleaños de papá, preparamos una gran torta de chocolate con confites alrededor y unas lindas velas de colores para sorprenderlo. Al fin un día de alegría, mi hermano sonríe, besa mi frente y me dice que lo espere que solo va al baño. Me quedé sentada en la escalera como de costumbre mirando la puerta principal. Solo quedan unos minutos para ver a papá.

Mis parpados están cansados, no dormí mi siesta y por la mañana fui a la escuela. Tengo mucho sueño, no quiero dormirme pero aun así me desvanecí sobre mis piernas. Soñé con mi padre entrando por la puerta sonriente, abrazó muy fuerte a mi hermano y se inclinó para besar mi frente. Al despertar miré inquieta el reloj colgado en la pared, son las cinco y treinta, me lleno de dudas ¿y papá? ¿Habrá llegado? Corriendo fui a la sala de estar, vi a mi hermano de rodillas frente al televisor, alcancé a ver el canal de las noticias puesto, con el edificio verde y alto. Distraída tropecé y mi cabeza golpeó el suelo con fuerza. Quedé inconsciente. Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba allí, o lo que quedaba de él.

Miles de personas murieron ese día por un derrumbe. Las velas coloridas no cumplieron un deseo, la torta no fue partida, y por la puerta principal él jamás entró y yo ya no lo esperé.