Dangerous Love

CAPITULO 38

Luke manejaba su auto con una mano en el volante y la otra en mi pierna.
No podía parar de morderme las uñas una y otra vez, me encontraba demasiado nerviosa y podrán saber por qué.
Sabía que teníamos que hablar sobre James, pero Luke casi llega a ponerse furioso conmigo otra vez cuando le insistí en hacerlo, así que mejor dejé el tema.
El problema es que "el tema" era importante, y no podíamos pasarlo así como si nada.

-Ya para- suspira Luke.
Frunzo mi ceño mirando en su dirección apreciando su mandíbula tensa y su mirada fija en la carretera, sin dejar de tocar ni un segundo mi pierna.

-¿De qué hablas?- pregunto confundida.
Él niega con la cabeza y me mira por una fracción de segundo para volver su vista en la carretera.

-Para de darle vueltas al tema, sabes lo que hizo el enfermo de James- escupe y suspira de nuevo- Pero no puedes hacer nada, y no quiero que empieces a maquinar en tu cabeza todos los escenarios posibles de nuestra discusión acerca de eso- afirma con una gota de enojo.

Cierro los ojos un minuto antes volverlos a abrir y responder.

-Es que no tiene sentido- su cabeza me mira de golpe ante mis palabras- No no, no quiero defenderlo, créeme, pero es que él ha estado conmigo todo el tiempo desde el orfanato, él y yo hemos pasado demasiadas cosas como para que me traicione así- lo miro - Solo trato de encontrarle una explicación- afirmo regresando mi mirada hacia la ventana.

-Basta- advierte de nuevo- Pues ahora puedes ver que el idiota de tu amigo fue capaz de hacerte algo así, y se que quieres saber por qué, pero por ahora conténtate con saber que no va a regresar- dice y retira la mano de mi pierna para ponerla en el volante también.
Así se que ya está enojado y ni siquiera hemos llegado a la "sorpresa" de mi cumpleaños.

-No era mi amigo- afirmo y me arrepiento de las palabras que acabo de decir.
Pero que idiota Hanna. Bravo.
Le acabo de decir a mi nuevo súper celoso y posesivo novio, que mi ex novio era mi novio y no mi amigo. ¿Tiene sentido?

Luke frena a raya sin siquiera aviso alguno y yo salgo disparada adelante, si no fuera por el cinturón de seguridad, de seguro hubiera atravesado el cristal.

-James es un puto enfermo y ya no es nada tuyo, y no lo vas a ver, no después de lo que te hizo- me mira histérico- Además, ¿quién diablos lo necesita a ese imbecil?- pregunta con amargura.
Frunzo el ceño.

-¿Que diablos te sucede?Luke, pudiste habernos matado, debes parar con toda esta paranoia, yo ya te aclaré que eres el único con que quiero estar y si no me crees es tu problema pero debes dejar de actuar como un maldito enfermo cada vez que menciono a otro chico- exclamo frustrada mientras me cruzo de brazos dirigiendo mi mirada al frente.

Él golpea el volante tan duro que juro que escucho algo romperse.

-No entiendes..- susurra para si mismo- No cuando mencionas a cualquier chico, solo cuando mencionas a James, me enferma- gruñe.
Me niego a hablar con él cuando está así, es la persona más terca del mundo.
Sigo mirando al frente y puedo sentir su mirada matándome fijamente.

-Nena- llama y casi me arrojo a sus brazos por el nombre que antes odiaba y ahora amo, pero peleo contra ello y sigo ignorándolo- Hanna- llama de nuevo.
Sigo sin mirarlo.
Y así como si nada suelta una carcajada mientras niega con la cabeza. ¿Que diablos le pasa? No puede ser que un hombre sea así de bipolar, no es normal.

-¿No vas a hablarme?- pregunta estirando su mano para posarla en mi entrepierna.

Niego con la cabeza.

-No cuando te comportas así- digo y jamás separo mi mirada del parabrisas.
En un abrir y cerrar de ojos, sus manos se encuentran en mi torso y en la hebilla de mi cinturón de seguridad para quitarlo y pasarme a su regazo.
Genial, ahora me encuentro encima de él en medio de una pelea. No es que haya intentado evitarlo tampoco, pero no me ayuda mucho la verdad en una situación cómo ésta.