PSICÓLOGO

ACTO I

Nos encontramos en la consulta de Juan, un conocedor psicólogo. La habitación es amplia e iluminada, con paredes color beige y en el centro una gran alfombra color canela y sobre esta, tres sillones y un diván donde está tumbado Sergio, un hombre de unos treinta y pico años con apariencia fatigosa.

SERGIO: (Tiene las manos sobre su pecho en modo reposo) He vuelto a tener problemas en el trabajo... estaba preparándome un capuchino con mucha canela cuando he oído que el jefe quiere despedir a alguien...

JUAN: (Descansando su pierna izquierda sobre la derecha) Y usted cree que será el despedido (afirmando y no preguntando).

SERGIO: Sí, sí, segurísimo. Ese hombre me tiene manía desde que me vio por primera vez. No hay más que ver el modo en que me evita, si estoy en el ascensor cuando viene usa siempre la misma excusa (imitando a su jefe) ¡Los papeles! me he dejado los papeles. Y si no son los papeles es una bobada como (con tono de burla y haciendo comillas con los dedos) su lápiz de la suerte ¿qué tontería es esa? (burlándose) un lápiz de la suerte (se ríe) como si fuera un niño pequeño.

JUAN: (Sereno) Y no cree usted... (Sergio le interrumpe)

SERGIO: (Tenaz) Lo digo en serio, ese tío me tiene manía (más calmado) perdone mi vocabulario.

JUAN: No se preocupe, estando tan abrumado no me extraña de usted ese carácter (quiere hablar pero Sergio vuelve a interrumpir).

SERGIO: (Apenado) ¿Qué dirá mi mujer si me despiden?

(Juan quiere decir algo pero no puede, vuelve a ser interrumpido)

SERGIO: (Agobiado) No se lo puedo decir... y... ¿Y si se entera que? Seguro que me manda a dormir en el sofá... (Alarmado) o peor... (Deja de estar tumbado para sentarse) me obligará a visitar a mi suegra.

(Juan levanta una ceja confundido)

SERGIO: (Se levanta y se mueve histérico) Con esa mujer no por favor, me pone de los nervios, siempre intenta hacerme quedar mal delante de los niños...

JUAN: (Empuja cuidadosamente a Sergio para que se siente) Siéntese por favor.

(Sergio se sienta en el diván y se tranquiliza)

Yo le propongo... (Sergio le interrumpe)

SERGIO: La pelota.

JUAN: (Desorientado) ¿Disculpe?

SERGIO: Hacer la pelota al jefe (se levanta) ¡Eso es! (se acerca a Juan) es usted un genio.

JUAN: (En shock) Pero yo...

SERGIO: Gracias (abraza a Juan) (se aparta y pone una mano en el hombro de Juan) gracias.

JUAN: (Aun en shock) Aja

SERGIO: (En la puerta) Gracias (se va)

(Juan se acerca al teléfono y presiona un botón. Se oye la voz de una mujer, es Marta, su secretaria)

Marta: ¿Sí?

JUAN: (Se masajea las sienes con los dedos) Marta, querida, ¿Podría traerme una infusión?

MARTA: Sin azúcar ¿verdad?

JUAN: Sí por favor.

TELÓN