Leyendas y Terror

El Juego De Las Ventanas

Eran las 3:30 a.m., todo era obscuro, las hojas de la mesa volando por aquí y por allá, el miedo que había en mi era demasiado. Sabía que aquel espíritu que había invocado estaba cerca de mi.

Estaba en mi habitación con las sabanas hasta la cabeza, tapándome completamente. Pequeños golpecitos se oían en la ventana cubierta por las cortinas naranjas con estampado de hojas, trataba de no abrir mis ojos pera me era imposible. Los golpes pararon así que creí que todo había acabado, con miedo aún, me destapé poco a poco con las manos temblorosas, vi hacia la ventana cubierta y note que un aire un tanto fuerte empujaba las cortinas, me paré de mi cama y me acerqué a la ventana. Con las manos temblorosas abrí la cortina de golpe, hallando una sombra viéndome fijamente que se fue de inmediato, estaba en el piso diez de un edificio, abrí la ventana y vi hacia abajo esperando ver aquella sombra. No había nada, creí que probablemente se abría metido a algún departamento y ese ya no seria mi problema.

Prendí la luz de la habitación y abrí la puerta encontrando todo obscuro.

<< Recuerdo haber dejado la luz de la cocina encendida >> pues ahora, estaba apagada.

Camine por el pequeño pasillo que se sentía cargado, entre a la cocina y note que la ventana estaba abierta, de inmediato la cerré. Se escucharon unas voces de niño y de adulto. Lo raro era que provenían de una misma persona, oh tal vez espíritu, traté de prender la luz de la cocina pero no encendía, busque entre las gavetas una linterna, cuándo la encontré la encendí de inmediato, alumbre la puerta abierta y vi una cabeza asomada por ella, me acerqué a paso lento y esta desapareció, entré al pequeño pasillo alumbrando a todos lados, seguí hasta llegar a la sala, en ese momento la linterna se apago por sí sola, logre ver con la poca luz de la luna una sombra sentada con las piernas cruzadas viéndome fijamente mientras susurraba cosas, camine con las piernas tambaleando cerca de ella, el miedo era gigante. Sin pensarlo más, corrí a mi habitación y me encerré con llave, de inmediato la luz de la linterna volvió, pero la luz de la habitación se había apagado, me tire a mi cama envolviéndome con las sábanas, el sudor se había vuelto frío y corría por mi frente rápidamente, cerré los ojos fuerte y trate de dormir, luego recordé que en este juego no se podía dormir, los golpes en la venta volvieron, me descubrí de golpe y me senté en el filo de la cama. Me quede viendo fijamente el armario que yacía en frente, sabía que en algún momento mi fin llegaría, y ya llegó...

[***]

¿Cuanto tiempo me quede viendo el armario?

La luz del amanecer cubrió el cuarto, perforando la cortina con su luz.

<< Todo acabó>>

Abrí la cortina, el cantar de las aves se escuchaba, camine hacia mi puerta y la abrí con las manos temblando, no había nada. Solo una vida por vivir...