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El maldito cáncer se la llevó, la apartó de mi, de mi lado.
Élla no sufrió respecto a su enfermedad, fue todo muy rápido.
Pero yo, yo me sentía inexplicablemente mal. No me imaginaba una vida sin élla. Sería imposible me decía a mí mismo. Y sin embargo acá estoy, cuatro años despues. Triste pero siempre a su lado, siempre juntos.
Era horrible verla triste, aunque eran muy pocas veces, ya que ella estaba siempre sonriente. Algo que me hacía inmensamente feliz.
Élla me decía: "cuando yo deje de estar físicamente seguí luchando por tus sueños, por mis sueños, por nuestros sueños". Me lo repetía toda las noches, y estoy haciendo lo que me pidió.
Te extraño Emma.

Te extraño Emma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora