Abrázala, dile que la amas, que estás loco por ella. Ponle un apodo. Da igual cuál, enana, princesa, fea, cielo, tonta... Lo importante es que solo se lo llames a ella.
No hace falta eso de "Buenos días princesa". Con un "Hey enana, ¿cómo has dormido?, basta y suele gustar más.
Esa sonrisa tonta nada más verle a ella no puede faltar. Cuando vayas por delante, cógela de la cintura y bésala.
El buenas noches también es importante. Tampoco un "Buenas noches princesa". Un "Descansa y sueña conmigo tonta. Te quiero, que lo sepas", eso mata.
Delante de tus amigos no la trates diferente a como la tratas a solas. Eso de dejarle la sudadera enamora.
Esos momentos en los que se pone a llorar encima de su cama, no le hagas ningún texto largo en WhatsApp. Ve a por ella y hazla llorar, pero de risa.
Y por último, decirle:
"Solo te quiero a ti, esas zorras no te llegan ni a la suela del zapato".
Si después de haber hecho esto, sonríe, te abraza y te besa, sabrás que la has enamorado.