Escrito 24

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Hola, hace días que quería escribirte y me alegra poder hacerlo al fin; creo que estoy cianótico de tan osada ocasión. Hoy sería increíble dibujar una sonrisa en tu rostro con alguna de estas líneas.

Me he dado cuenta de que conversar contigo multiplica mis endorfinas, se torna placentero el día por tu sentido del humor y soy afortunado de leerte; tú me pones nervioso, me intrigas, me interesas, y quisiera entender el porqué de ese nerviosismo, esa intriga y ese interés; lo único de lo que estoy seguro es de que el nerviosismo en mí, es provocado por tu presencia y ¿qué puedo decir de la sonrisa de tu boca?; pienso que eres hermosa y admiro (por lo poco que he visto) tu dedicación a las cosas que te importan y la pasión que les pones; aprecio tu gusto por la sencillez y debo admitir que tu bolso a líneas horizontales monocromo tiene estilo.

Leí que nuestro cuerpo genera adrenalina, bueno, no sé mucho acerca de la adrenalina solo que se produce cuando estás cerca de mí, también descubrí que mis nervios aferentes están alerta si me hablas y los eferentes se alocan cuando quiero responderte; intento explicarme lo más cercano a la razón; tal vez sean esos procesos fisiológicos lo que te hacen interesante. Puede ser que las señales neuronales que envían mis pupilas hasta el sistema nervioso central y me permiten verte provoquen en mí la osadía de escribirte, creo que ese complicado proceso es lo que hoy me tiene aquí sentado tratando de sonar lógico al explicarte que me gustas.

Lo que trato de decir es que has estado rondando mi mente y que ha sido un tiempo grandioso el que tengo conociendo pequeñas partes de ti, que me gusta la idea de seguir conversando y aprendiendo más de ti, que para todas las personas tengo mil cosas que decir pero contigo se me acaban las palabras y eso nunca había ocurrido; que procuro hacerte saber que me atraes y en ocasiones resulta complicado para mí decírtelo (quizá sea muy intrépido pero esa es toda la verdad). Pretendo saber qué se sentirá sostenerte cerca, y quizá sea muy intrépido pensar así, pero te invito a intentarlo, a que me des la oportunidad de caminar sosteniendo tu mano, la oportunidad de ser exclusivos, de hacer que los vasitos capilares de tu rostro se dilaten, aumente tu presión sanguínea y te ruborices al mirarnos.

Hay cientos de cosas que ignoro del cuerpo humano pero hay algo del mío que no ignoro y es que le provocas un estado de felicidad; y no quiero que se acaben esas moléculas de felicidad en mí. Espero tener completos mis 5.4 millones de glóbulos rojos para seguir estando completo la próxima vez que te vea.

Que la hemoglobina siga dándole color a tu sangre y tu día siga siendo hermoso.

Cuando Estoy Pensando En TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora