Misión Calisto

¿CON QUIÉN PASÉ LA NOCHE?

Al despertar, Callie se encuentra en una cama en una habitación muy grande y luminosa, tenía terminaciones de oro y plata y unas enormes ventanas que daban hacia el hermoso jardín del Palacio Consular y con una vista privilegiada del mar y de Isla Virgen. Al ver esto Callie se preguntó como estarían sus padres y Nabe. Luego se dio el tiempo de recordar lo que había pasado la noche anterior y se avergonzó de todo la escena que debió haber hecho en medio de la gran celebración protocolar y seria del estado. 

Espero que no me hayan descubierto. - pensó Callie, mientras se levantaba de la cama.

-¿Que podría descubrir?, no te desmayes ahora linda, no soy tan feo. - dijo irónicamente Luca Indey.

Callie entrando en desesperación nuevamente, tuvo un momento para procesar lo que había pasado.

¿Acaso pase la noche con Luca Indey? - pensó Callie. 

-Lamento mucho lo que pasó ayer señor Indey, de verdad lo lamento y me avergüenzo mucho de todo lo que pude haber causado, es usted una persona muy amable al traerme aquí, pero ya verá que debo irme. 

-No, linda, no te preocupes, te quiero pedir que no me digas señor, dime Luca simplemente. - dijo Luca mientras sonreía.

-Muchas Gracias, eh, Luca, mi nombre es Calisto, un gusto en conocerlo, es de verdad un hombre muy bueno. - dijo Callie, aún confudida y avergonzada.

-Puedes quedarte a almorzar con nosotos Calisto, si tu quieres, ya ordene que preparan otro puesto en la mesa, de verdad me harías muy feliz, y luego podriamos ir a jugar un poco de golf. - dijo Luca con una expresión de ruego en su rostro.

Callie se iba a apresurar en negar la propuesta, pero luego recordó su misión y accedió. Aún así Callie estaba muy sorprendida por la amabilidad de Luca, era mucho más cercano de lo que parecía en televisión y mucho más alto. 

 -Fue un gran día Calisto, eres la mujer más bella que he visto, además de inteligente y desconfiada, eso me encanta. 

Callie se quedó muda, sus ojos color océano, parecía que la miraba hasta el alma, sus labios rosados reflejaban que detrás de ese aspecto algo más mayor, era aún un chico muy joven. 

De pronto Luca se acercó, la empujó hacia la pared y la besó.