Zootopia Tank Police (completa)

Honorable Tradición

ZOOTOPIA TANK POLICE

Capítulo 2: Honorable tradición

En el hangar de tanques de la policía de Zootopia la tensión parecía disminuir gracias a la intervención del oficial Keyheart.

―"Feminazis"... ¿En serio, Jefe Bogo? ¿Sabe que le pueden demandar por esa palabrita?

El jefe Bogo miró ceñudo al gato negro, pero decidió respirar profundo y luego le entregó al oficial Keyheart, los papeles de transferencia de Judy.

―Sí, todo está en regla. Oficial Hoops, bienvenida a la policía tanquista ―decía el gato negro, mientras que los otros animales refunfuñaban e intercambiaban miradas ceñudas.

―Muchas gracias, subcomandante keyheart. Le prometo que daré mi mayor esfuerzo.

―Solo llámeme Keyheart, después de todo, El Jefe Bogo es el comandante superior de la policía tanquista y yo solo el subcomandante.

―Mejor dile que te llame por tu nombre, subcomandante ―le decía un rinoceronte con voz socarrona y los otros animales se rieron con disimulo.

―¿Subcomandante? ―decía intrigada Judy.

―Key... Me llamo Key Keyhearth.

Algunos de los animales no lo pudieron soportar y empezaron a reírse.

―Sí, sí..., púdranse todos ustedes ―decía Key mientras le devolvía los papeles de transferencia al jefe Bogo, el cual seguía con cara de enojo.

Cuando el gato negro se dio la vuelta, vio como Judy hacia grandes esfuerzos por no reírse también.

―Hmm... Mejor le enseño los hangares, Hoops.

―No tan rápido ―le interrumpió el jefe Bogo―, primero tiene que ir a tráfico y vialidad urbana.

Key dio un suspiro y asintió derrotado.

―Bien, Linda conejita ―decía el Búfalo con mirada malvada―. Repartirás infracciones de multa en las calles.

―¿Qué? Señor, yo soy una oficial de verdad, no una reparte multas.

―Si la linda conejita no cree estar a la altura o se cree muy linda como para hacer lo que le ordenan... ¡Entonces vete, allá esta la salida!

―Pero, pero...

―Judy ―le decía con calma, Key―. Es tradición en la policía tanquista que los novatos estén un día en tráfico y vialidad... Es como una especie de iniciación en este lugar.

―Ya veo, bueno, señor, le prometo que entregaré cien, no, doscientas multas antes de finalizar el día.

―Esa es la actitud.

―Una semana ―dijo el jefe Bogo.

―¿Qué? ―maulló Key.

―Una semana. La linda conejita repartirá multas por una semana.

―¡Eso es injusto! ―protestó Key― ¡A mí me dieron tres días, No entiendo por qué a ella la castigan de esta manera!

El gato negro y el búfalo no cortaron el contacto visual y parecía que ambos despedían chispas.

―De acuerdo, jefe Bogo ―dijo Judy con voz cargada de dignidad pese al trato discriminatorio―. Seré una reparte multas por una semana..., la mejor reparte multas de toda Zootopia.

―Recuerda orejitas linda, si no puedes con el trabajo..., no hay pena en renunciar ―dijo Bogo con una sonrisa sardónica que fue imitada por el resto de los animales, menos Key.