Sebastián

5

Desperté esperando estar en mi habitación pero estoy al lado del molesto Sebastián

Intenté moverme pero apretaba con mucha fuerza mi cintura, me moví más y me apretó tan fuerte que hacía daño

-no...no.. respiro -dije a causa de la presión que hacía y aflojó su agarre sin soltarlo-

Luego cuando estuve a punto de decirle que tengo hambre la puerta se abrió y literalmente salté sobre el
Espero haberle roto una costilla

-lunaaaa! -gritó una la rubia que había abierto la puerta-
-maldición, Mary casi me matas del susto -dice Seb-
-oww lo siento pero cuando me enteré que encontraste a tu mate debía venir a conocerla lo antes posible -dijo y yo seguía sin entender nada-
-disculpen pero... que me perdí? -exclamé-
-oh lo siento amor, ella es Mary, mi hermana -respondió seb- Mary ella es Sara, mi mate -terminó de presentarnos y le extendí el brazo con una sonrisa-
-oww, tú y yo seremos muy buenas amigas -dijo lanzandose sobre mí, esta chica me agrada-

Luego de eso me fuí a cambiar de ropa y bajé a desayunar con Mary y su mate

Luego ella obligó a Seb a dejarnos solas y con muchos gruñidos accedió

-así que... como besa mi hermano? -preguntó emocionada y me sorprendí-
-ok ok, tu hermano me secuestró y me alejó del mundo exterior, practicamente no lo conozco así que no nos hemos besado -respondí y ella fué quien se sorprendió-

Antes de que me respondiera su mate llegó y le dijo algo al oído que la puso a saltar como loca, se despidió y salió corriendo jalando al chico del brazo

-mi amor, creo que ya tuviste suficiente tiempo a solas así que...
Dice y se sienta a mi lado

-Sebastián, quiero volver a casa -digo sincera-
-sabes que no te voy a dejar ir -responde molesto-
-por favor, hagamos algo, tu me dejas volver a la escuela y vivir con Andrew pero puedes llegar cuando quieras y estaré todo el tiempo contigo si así deseas, pero dejame volver a casa -respondo-
-creí que te gustaba estar conmigo -responde triste-
-si me gusta estar contigo pero necesito graduarme de la universidad y me queda poco tiempo para llegar, por favooooor -digo haciendo un puchero-
-ok te dejaré ir, PERO, habrán reglas -dice-
-te escucho -respondo-
-no quiero que te acerques a otros hombres, estarás conmigo todo el tiempo, no saldrás de casa si no es conmigo, y vendrás a casa cuando yo lo desee -responde orgulloso de si mismo-
-ok ok, supongo que es mejor que quedarme aquí -digo y lo noto triste pero no me importa, el idiota me secuestró-

(...)

Volví a casa hace algunos días y todo va bien, hoy es viernes y el lunes tengo clase de nuevo, Seb no deja de fastidiar y lo saco a patadas (literalmente) siempre, aunque algunas veces viene a visitar solo a Andrew pero no importa

Narra Sebastián

No estaba convencido de dejar que Sara volviera a su casa pero la he venido a ver todos los días
Honestamente tengo miedo de que no me ame, en algunos casos por ser humanos no aceptan a sus mates o simplemente no los aman, y me asusta más ya que no me ha dado ni una sola muestra de cariño, ni siquiera un abrazo o un beso en la mejilla

Supongo que tendré que ganarme su afecto, pero no tengo problemas

Algunas veces voy a su casa solo para hablar con Andrew pero no logro llamar su atención de ninguna manera, lo mejor que se me ocurre es regalarle algo que realmente ama
Chocolate
No se porque pero en serio le gusta el chocolate, sin más que decir pasé a una tienda y compré una cesta enorme llena de todo tipo de chocolates, llegué a su casa y toqué la puerta porque al parecer le disgusta que entre como si fuera mía
Para mi buena suerte ella fue quien abrio la puerta y su rostro se iluminó al ver los chocolates, sonreí ampliamente y ella veía a la cesta y a mí repetidamente

Narra Sara

Seb llegó a mi casa junto con muchos chocolates que yo moría por devorar

-son para tí -dijo-
-gracias gracias graciaaas -respondí mientras daba pequeños saltitos-

Entro a la casa sonriendo y yo corrí a esconder mi tesoro a mi habitación para luegi volver a la sala

-oye Sara yo.... ammm..... yo... -empezó a tartamudear y sonreí, es lindo cuando se pone nervioso-
-a ver, que sucede -dije-
-quería saber si quieres ir a una fiesta conmigo hoy -respondió aún nervioso-
-no lo se, no me agradan las fiestas -respondí sincera, en serio las odio-
-por favor, te prometo que no te dejaré sola ni permitiré que nadie te toque -respondió suplicante-
-ok, pero no me dejes sola -dije luego de pensarlo y sonrió mostrando todos los dientes-
-gracias princesa te prometo que te la pasarás bien y tranquila, sé que no te gusta beber así que no te preocupes por eso, yo te voy a cuidar. Paso por tí a las ocho -dijo feliz y se fué-