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Los palos y golpes podrán herir mi cuerpo, pero las palabras nunca me dañarán”.

Era último año de secundaria y a Harry le habían cambiado de instituto debido a que tenía que mudarse por el trabajo de su padre. No le iba tan mal, pues se había hecho amigo de dos chicos que parecían buenas personas; Niall Horan y Liam Payne.

—Entonces le eché vainilla a el pollo frito en vez de salsa de soya y supo el doble de mejor que con la receta normal, ¡¿qué locura, no?!— hablaba ruidosamente el rubio mientras masticaba. Se podría decir que era uno de los chicos más estresante que alguien podría tener en su vida.

—Quién te crea, Niall.— dijo Harry

—¿Seguro que anoche no tomaste cerveza, oxigenado?— decía Liam a carcajadas, se podría decir que ya estaba acostumbrado a las historias del ojiazul.

—Oh por favor, me gusta la cerveza, pe-

Niall fue interrumpido por gritos que se escuchaban por la ventana, parecía ser una discusión. Miró a los otros dos chicos con confusión y se levantaron de la mesa para echar una mirada hacia donde se escuchaba el bullicio.

Habían dos chicos discutiendo, uno bajo más o menos de 1,75 (comparado con los otros chicos de esa ciudad) y otro de tamaño promedio, si se podría decir. Las personas se encontraban viendo y escuchando y otros solo seguían provocando más tema a la discusión.

—Oh, vamos, ¿como podrías defenderte, pequeño Lou? ¿crees que me asustas?— decía el chico más alto, era pelinegro y tenía un cuerpo tonificado y grande — ¿quién carajos te crees como para venirme a acusarme de que robé algo?

—Bueno, para empezar con esas calificaciones tuyas no me sorprendería de que hayas llegado al punto de querer robar mi dinero.— a él ojiazul no le intimidaba un 0% del 100% que debería de intimidarle un tipo el doble de grande que él.— segundo, no creo que tu mamá te ayude en algo, pues... ¡Já! ¡¿en que te podría ayudar una puta?!— todos rieron, y el mayor parecía encogerse de hombros. Sí, su madre era una prostituta. —hasta el más pobre de acá podría tener una noche con ella. Ahora, ¿que tan pobre eres como para querer robarme unos patéticos 60 dólares? ¿me los devuelves o me vas a dejar aquí parado todo el día?

—No sabes con quién te metes, Tomlinson.

—Oh Dios, no me digas que te vendes también. Pero, mm, no sé, creo que preferiría hacerlo con un perro que contigo, mírate, pareces una mierda radiactiva con patas.— dio una risa sarcástica.

Todos callaron.

El chico le tiró el dinero al suelo y se fue.

Él lo hizo de nuevo.

Rompió un corazón.

Ni siquiera le enseñó modales, ¿quién carajos tira el dinero al suelo.— recogió el dinero y se fue.

Liam, Harry y Niall quedaron perplejos ante la escena, ¿como alguien podría ser tan insensible?

— Fue intenso, ese chico iba a llorar.— dijo el ojiverde.— No sabía que los portachones tenían corazón.

—Yo no sabía que su mamá era una prostituta. — Dijo Niall.

— Yo no sabía que ustedes eran tan estúpidos. — Dijo Liam. — ¿Seguimos almorzando o se quedarán aquí?

— Ya vamos Payno.— Dijeron Niall y Harry en un unísono.

***
Los tres estaban en la misma clase, por lo que se podría decir que siempre estaban juntos. A Niall se le ocurrió esta vez elegir el lugar donde charlar un rato, y decidió ir a la azotea. Era un lugar grande, y la azotea era el lugar favorito de Niall; había más brisa, era un lugar solitario y tenían una vista hermosa, parecía que podías tocar las nubes desde ahí.

—Niall, esto está cerrado con candado ¿cómo es que puedes pasar por acá?— preguntó Liam.

—No subestimes a Niall, Li. Seguro que tiene algún jueguito con una profesora de acá.— bromeó Harry y golpeó suavemente el hombro de Niall.

—En realidad el hueso de pollo me sirve como llave para la cerradura.

—Primero la salsa de Oliva y ahora la cerradura, no te creo, Niall.— harry se recostó de la pared, esperando a que el rubio le demostrara algo que el juraría que era imposible de hacer.

—Apostemos.— afiló con sus dientes el hueso de pollo.

— Niall no hagas eso es asqueroso.— Liam golpeó la mano de él más bajo haciendo que soltara el huesito.

—Está bien.— aprobó el rizado, confiado de que el ganaría la apuesta.

Niall se puso de rodillas en frente al candado, puso la punta de el hueso en el agujero de este y empezó a intentar abrir la cerradura. Liam solo revisaba su celular y Harry veía curiosamente, ¿este rubio se drogaba o qué?

Harry y Liam estaban a punto de irse cuando ¡pam! se abrió el candado, y Niall abrió la puerta victoriosamente.

—Vaya, vaya. Styles. — el irlandés sonrió jueguetón.

—Me asustas Niall. — caminó junto a el castaño hacia la azotea, mientras pasaba sus dedos nerviosamente por sus rizos. Sabía que el rubio podía ser cruel a veces y no sabía que le iba a mandar a hacer.

—Yo solo me iré a una esquina y me reiré de todo esto.— dijo Liam, y se retiró de la escena.

—Hazz, ¿recuerdas el chico bajo de esta mañana?

—Sí...

—Él es Louis Tomlinson; la persona más rebelde, conflictiva e insensible que conocerás en tu vida— decía Niall mientras caminaba hacia a Harry— y como perdiste la apuesta, te tocará hacerlo enojar si no quieres bullying de mi parte por el resto de tu vida.

El ojiverde tragó saliva y apretó sus nudillos, sin saber lo que le esperaba.

R e l á m p a g o.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora