Parte 01 ;sesión 01

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Causemos un poco de problemas. Me haces sentir tan débil, apuesto que besas tus nudillos justo antes de que toquen mis mejillas.

El reloj marcaba 16:35, la oficina se encontraba muy silenciosa, una apuesta mujer se encontraba en una silla con una computadora en sus piernas, su próximo paciente llegaría a las 16:40 horas, ella estaba ansiosa por su próximo paciente, leyó su historial y nunca había tratado con alguien así.

Diez y seis con treinta y nueve minutos.

La puerta sonó con tres toques, la psicóloga abrió la puerta con entusiasmó.
Un chico de muy poco cabello, color negro, se veia a simple vista que era teñido, llevaba una camisa roja y una remera de una banda muy conocida "Green Day" pero ella no sabía de esta, nisiquiera le sonaba el nombre.

-Buenas tardes, tome asiento por favor.- Habló la profesional con su anotador en la mano, dándole pasó al chico.

-Hola señor Clifford, soy la psicóloga Melissa ¿Cómo se encuentra hoy día?- Ella no recibió ninguna respuesta de este. Su mirada se encontraba perdida, sus grandes ojos verdes se dirigían hacía un punto fijo de la mesa, pero a la vez hacía ningún lado.

-Mi nombre es Michael Hemmings, disculpe.- Respondió el paciente número 231 después de unos minutos, mirando muy entretenido a el punto fijo en la mesa.

-Muy bien Michael, ¿Así te gusta más?

-Usted es dueña de su boca, puede llamarme como se le de la puta gana.- Respondió, al fin mirando a la mujer, su mirsda transmitía miedo para esa mujer.

-Tienes mucha razón, aunque preferiría que no nos tratemos con insultos ¿Sí?- Pregunto la adorable mujer. Su paciente la miro por primera vez a los ojos, ella le dio una sonrisa y este se la devolvió.

Poco a poco el chico fue bajando su mirada, jugaba con sus deditos regordetes, en uno de estos llevaba pintada una uña y abajo un tatuaje que a simple vista sólo eran líneas mal hechas, pero escondía una palabra, a la doctora le costó averiguar que decía, así que simplemente lo termino ignorando.

-Usted sabe, qué es este lugar?- Habló subiendo la mirada hacia la mujer, mostrando sus grandes ojos verdes y un mar debajo de ellos

-¿Por qué lo preguntas?

-Porque debo ir a buscarlo

-¿A quién?

-A mi esposo.- esta frase lo dijo con una gran sonrisa dibujada en su rostro, como sí hablase del amor de su vida, su felicidad, y así lo era, todo eso era Luke Hemmings para Michael.

-¿Y dónde está él?

- No lo sé, por eso necesito salir de aquí, necesito verlo, lo necesito.- Al terminar esa frase, se paro con preocupación, llevando sus manos a la la cabeza, tomando el poco cabello que tenía.
Caminaba de un lado a otro murmurando palabras que ni él entendía.

-Michael, ¿Me escuchas?- Decía la mujer tratando de calmarlo -¿Quieres algo de tomar?

-Sí, sí por favor, café, necesito un poco.-Respondió con desesperación, mirándo a la mujer que tenía en frente

-Bien, pero calmate y siéntate.- Dijo mientras iba a la cafetera, él chico obedeció -Dígame, qué le gusta hacer?- Habló nuevamente la mujer tratando de calmarlo mientras el café se hacía, el chico no contesto.

La mujer se dirigió con el café ya hecho hasta el sillón donde su paciente se encontraba sentado

-¿Quieres hablar de tu esposo?

-Mi esposo...- dijo y dio un sorbo al café casi hirviendo.-Hijo de puta.-Dio otro.-Lo siento.-Y otro.-Él es un chico muy hermoso, es perfecto, éramos perfectos.- Otro sorbo más.-Lo somos, sí, en cuanto salga de aquí.

-¿No sabes donde estas?

-No, hoy unos tipos locos me metieron a este lugar, con más de ellos y más, y más, más. ¿Dónde está él?

-¿Dónde está quién?

-Yo... Sólo quiero saber donde estoy y como salir

-Bien, estas en un centro de rehabilitación.- Respondió la mujer y este la miro confundido

-¿Rehabilitación?

-Sí

Luego de decir esa palabra, la habitación quedó en completo silencio por unos minutos, la doctora quería hablar y seguir preguntando, pero necesitaba tomarse su tiempo para que él pueda asimilar lo que estaba pasando en su vida.
Antes de que ella pueda hablar, la puerta sonó , eran los encargados, el tiempo de Michael con la doctora por hoy, había acabado.

Diez y siente con cuarenta y tres minutos.

(Caída de cabello es un síntoma del estres)

Twitter:@edwardkuinlwt

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⏰ Última actualización: Mar 14, 2018 ⏰

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Enfermizo; Muke ClemmingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora