La ligera emoción que me recorre el cuerpo entero, que me hierve la sangre, que me recuerda lo bajo que puede llegar una persona y lo que la arrastra a ser el miedo y la ignorancia. La ira acumulada; Ella es como la excepcion, la única que tengo.
Siempre ha tenido dudas respecto a mi caracter tan "volatil" o quiza piensa que es imperativamente premeditado. Aún bajo esas dudas creo que ella lo entiende tan bien como yo , en esencia más que en medio. Todo en ella lo amo, a pesar de - cómo cualquiera- haber odiado al mundo profundamente una y mil veces.
Las noches en las que esa ira aparece pueden ser de lo mejor o de lo peor, aunque en todo caso saca una parte muy sombria de mi ser. Un maullido me aleja de mis profundos pensamientos, salvandome de una sensación que aunque tóxica llego a considerar necesaria.
- Lo siento Kace, olvide la hora puntual de tú cena.....te lo compensare con atún para gatos extra- El gato, de cabello tan oscuro cómo el de su dueña no tardo mucho en empezar a comer, una criatura con ojos de un amarillo anaranjado y unos pigmentos de los cuales no se podia tener seguridad en el color- ¿ Ya extrañas a Samantha? - con ligera pereza me recuesto contra la pared- Yo si....ser arrastrada de esta forma.
Aunque todo en aquel piso parecia en calma el sonido del telefono no resulto estrepitoso.
Llamadas tan tarde, cuando me acerco a contestar el telefono respiro más profundamente que nunca el aire frio, escuche la voz de la emisora de la llamada, con el telefono como medio en el codigo del castellano hablado, con convenciones de una jerga coloquial con trazos de academica debido al caracter de mi novia. Aún percibo en ella lo mismo de aquella otra noche, cierta distancia, no fisicamente hablando, claro esta; Sigue un poco resentida al respecto, ella ya sabia de lo de mi trabajo, sin embargo verlo, le hizo considerar otros puntos, la llamada termino y quiero salir a tomar un poco más de aire, estas nocjes de reflexibidad profunda suelen ponerme algo melancolica.