-¡Basta, Louis! -dijo Eleanor alzando las manos al cielo-. ¡No dejaré que eches a la basura tantos años!
-No lo entiendes, Eleanor... -dijo Louis pasándose una mano por el cabello-. Estoy cansado de esto. Estamos cansados.
-Pero ustedes se aman, Louis. No... no puedes dejar que todo se vaya por la borda por una simple pelea.
-No es sólo una simple pelea, Eleanor. -susurró Louis-. Ya no me ama. Lo he visto en su mirada, lo he sentido en sus caricias -bajó la mirada cristalizada-. Está cansado de pelear.
-No, basta -Eleanor se sentó a su lado, lo abrazó y él se echó a llorar-. Lou, no puedes dejar que se vaya... Han soportado demasiadas cosas y no va a ser en vano.
Se oyó un portazo y ambos voltearon sobresaltados. Harry los veía con odio.
-Perdonen si interrumpo -dijo casi en un susurro, con voz más ronca de lo normal-. Sólo vengo por mis cosas.
Salió casi corriendo a su vieja habitación, a la habitación que había compartido con Louis por años. Eleanor miró perpleja a Louis. Él sólo tenía la mirada gacha, y las lágrimas caían por su rostro.
-Te lo dije. Todo acabó. No hay nada que podamos hacer -Louis estalló, emitió un gemido desgarrado y Eleanor no supo qué hacer más que abrazarlo.
Harry dejó caer sus dos maletas cuando estuvo de vuelta, haciendo que Eleanor volteara a verlo.
-Harry, no lo hagas... -suplicó Eleanor mirándolo a los ojos.
-Ya está hecho. Perdón por hacer una mierda de tu vida, Eleanor. No estoy seguro de que lo merezcas -dijo mirándola despectivamente. Eleanor lo miró pasmada-. A ti también te pido perdón, Louis -dijo abriendo la mochila que traía colgada y sacó un cuaderno de pasta negra. Lo dejó caer y Lou volteó a verlo-. No sabía que tu vida fuera tan miserable a mi lado.
Louis abrió la boca cuando reconoció el cuaderno. Su diario. Se levantó de golpe, corrió a Harry y lo abrazó.
-No, Harry -susurró-. N-no se suponía que leyeras eso.
Harry tomó sus muñecas con ira y las quitó de encima de su cuerpo.
-Si, Louis, creo que lo noté -gritó Harry todavía tomándole de las muñecas-. ¡Si eras TAN infeliz conmigo debiste de haberlo dicho, demonios!
-Basta, Harry -gimió Louis tirando de sus brazos-. ¡Me estás lastimando, basta!
Harry soltó sus brazos y Louis retrocedió dos pasos por la fuerza con la que lo hizo. Volteó a ver sus muñecas, rojas y con los dedos de su ex prometido marcados en ellas. Harry siguió la trayectoria de su mirada y vió lo que había hecho. Su mirada se suavizó, más no relajó su postura.
-¡Basta, no soporto esta mierda! -gritó Eleanor levantándose y corriendo hacia Harry-. Escucha, Harry, me vale una reverenda mierda lo que tú hagas, no me importa -lo miró despectiva-. Pero no puedes herir así a Louis, ¿me entiendes? ¿entiendes lo que te estoy diciendo?
-¡Claro que lo entiendo, no soy un puto niño pequeño, Eleanor!
-¡Pues parece que sí lo eres! Eres un puto niño pequeño, un idiota, no pueden dejar todo así como así -dijo mirándolos a los dos-. Sé que están cansados, pero se aman... no pueden negarlo.
Harry alzó la vista y vió a Louis sollozando descontroladamente. No podía soportar ser la causa de esas lágrimas.
-Yo te... -Harry respiró-. Yo te sigo amando -dijo mirando a Louis mientras alzaba la mirada-. Lo sigo haciendo, y siempre lo haré. Pero no puedo... no quiero obligarte a estar con alguien a quien no quieres.
-¿Qué dices, Harry? -preguntó Louis perplejo-. ¿Cómo puedes pensar que no quiero estar contigo?
-Pe-pero ¿y lo que escribiste en tu diario?
-No lo sé -reconoció Louis acercándose a él-. Momentos de ira, supongo... pero eso no cambia que te amo, nunca lo hará.
-Quiero estar contigo -susurró Harry con voz entrecortada-. Te necesito.
-No me dejes ir -sollozó Louis corriendo a abrazarlo-. Quiero estar contigo el resto de mis días, lo que me quede de vida.
-No te librarías tan fácil de mi, Boo
Ambos sonrieron y se separaron. Harry lo miró a los ojos y lo vio: vio su juventud, esa esencia que lo había enamorado, esa forma de ser que lo había cautivado desde el primer momento. No podía imaginar un solo día de su vida sin él. Por que él era su vida.