No quiero tu inteligencia, Te quiero a ti

Mas que tu intelecto

Al día  siguiente...

El castaño despertó con los primeros rayos de sol que iluminaban la habitación... dándose cuenta de que estaba solo en ésta, se levanto rápidamente recordando lo que pasó anoche y la pregunta era "¿Dónde estaba Elle?"

Se metió a bañar y saliendo se vistió, dejando la habitación se dirigió con Namikawa... 

En la habitación numero 100...

El detective se encontraba platicando con el sr. Soichiro

-Elle... ¿hay alguna novedad?- preguntó el policía de rango menor

-Solo la declaración del Sr. Namikawa- contesto su jefe

-¿Algo más que quiera añadir a la declaración?- preguntó Matsuda

-No, es todo- dijo Reiji

Aizawa entro a la Suite...

-Elle, hubo dos robos más... y eso no es todo, Teru Mikami escapo de prisión- dijo el oficial, el pelinegro abrió los ojos a no más poder por la sorpresa

-¡¿Qué?!- grito Yagami

-Me acaba de informar Mogi- Todas las miradas se centraron en el ojinegro, el cual no mostraba reacción alguna

En el departamento de Takada...

El sol no daba en todo su esplendor, las cortinas cerradas impedían su paso...

Cierta pelinegra empezaba a despertar encontrándose a su amado al lado...

-Al fin despiertas...- comento Teru acariciando el rostro de Takada

-Mikami- sonrió dulcemente cuando recordó cierta frase que le hizo borrar su sonrisa

-¿Qué sucede?- el ex prisionero se percato de la reacción

-Anoche me dijiste que escapaste de prisión... ¿Qué piensas hacer?-

-No lo sé... Kiyomi-suspiro cerrando los ojos    

En la preparatoria de Tokyo...

En un salón de clases se encontraba una rubia mirando el asiento vació de su amor...

-Misa...- escucho una voz a su espalda, la ojiazul volteo desanimada –No te preocupes, Light esta bien- dijo Misora tratando de animarla

-Pero el nunca falta...-

-Él esta bien... porque no le marcas en el descanso-

-¡Cierto!, No había pensado en eso, ¡gracias Naomi!- ^-^ dijo efusiva la chica

-De nada, Misa- sonrió

En otro salón...

Un rubio discutía con el profesor por el cambio de compañero que le había impuesto repentinamente

-¿Por qué con él?- repetía el chico por quinta vez

-Mihael, ya te lo dije... por favor siéntate- dijo el maestro indicándole su lugar, el ojiazul refunfuño pero accedió a sentarse

-Empiecen a trabajar en el proyecto- ordeno el profesor y salio del salón... cierto albino se coloco en el asiento de a lado de Mello, este lo miro con fastidio y decidió ignorarlo comenzando a trabajar. El pequeño solo desvió la mirada.