Cuando el amor se acaba ¿pasa algo?

Somos amigos

Narra Tormenta

Me levanté como otro día normal de mi vida, sabía que nada sería fácil, tal vez por el hecho de que mi mamá cada vez está peor desde la separación con mi papá, lo único que me alegra la vida es saber que la tengo, jamás pensé que le fuera a dar tan duro, mi mamá no es partidaría de aferrarse a alguien o algo, pero debo reconocer que con él fue diferente, aunque hay un dicho que dice que lo que unió Dios no lo separaría el hombre, esta vez la separación era lo mejor para los dos. Bueno yo soy Tormenta, esta es mi vida, tengo 18 años, tengo un mejor amigo llamado Thomas, nos conocemos hace 10 años, es el hombre del que estoy enamorada pero el no lo sabe, prefiero que así sea, además vivo muy bien como su amiga, ¿para que cambiar eso?.

-hija despierta-dice mi mamá desde el otro lado de mi puerta irrumpiendo en mis pensamientos.

-voy mami-dije, para luego levantarme y arreglarme para otro día de instituto.

No es facil el último año, extrañare mi instituto, tantas locuras y de todo que viví ahí, fueron los mejores 11 años de mi vida, en fin todo algún día acaba y ahora es mi turno de crecer e ir a hacer mi futuro.

Al bajar ya lista a desayunar para irme al instituto, vi a mi madre ver una foto de mi abuelita, ella murio hace un año, ella era el apoyo de mi mamá siempre, también ella le daba consejos a mi mamá siempre que ella había tenido un problema con mi papá, así que entiendo lo mucho que le hace falta.

-mami, por favor, no te quiero ver así, alegrate y disfruta tu vida junto a mi-dije mirandola a los ojos.

-yo disfruto mi vida junto a ti princesa, pero es que esto es mucho, primero perdí a tu abuelita y después perdí a tu papá, mi cielo, creo que la vida ha sido muy injusta conmigo y contigo-dijo mi mamá mirandome con los ojos llorosos.

Así era, la vida había sido muy injusta con ella, supuestamente el amor de su vida, la había dejado por alguien más, mi abuelita que era su bastón en los momentos más difíciles habia partido de este mundo hace un año y yo la única persona que le quedaba, en algunos meses me iría a estudiar a la universidad, ella estaba en lo cierto, la vida le había dado giros muy injustos con ella y tal vez ella no merecía nada de lo que le pasaba.

-lo sé mami, pero prometeme que vas a calmarte, se que la vida ha sido injusta contigo pero tu podrás con esto-le dije para luego darle un beso e irme al instituto.

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Cuando llegué al instituto note como Thomas estaba recostado en su coche mirando hacia el estacionamiento del instituto, al bajar de mi coche, me quedé observando el nuevo audi Q7 que tenía él, le había costado mucho trabajo comprarlo, o bueno eso me había dicho días atrás que habíamos conversado.

-Tormenta, vida mía, casi no llegas-digo él en tono burlón.

-Thomas, ¿qué haces aquí?-dije un poco molesta.

-calmate, vine a ver lo más importante de mis ojos, necesito que me acompañes, tenemos que hablar-dijo tomando una posición un poco más seria.

-esta bien y ¿de qué quieres hablar?-pregunte un poco incómoda por su tono.

-tranquila no te asustes, pero es importante, o bueno por lo menos para mi lo es-respondió él.

Narra Thomas

Al ver que ella accedió a acompañarme, decidí llenarme de coraje, tenía que confesarle a mi mejor amiga que estaba enamorado de ella, es una decisión difícil pero tenía que hacerlo, no sería fácil que ella me entendiera, pero si no se lo decía ahora tal vez la perdería, todo lo bueno no dura para siempre y la madre de Tormenta me lo había dicho, Tormenta estaba muy joven y hermosa, era  muy buen partido y si no me le declaraba y si no luchaba por ella ahora tal vez más adelante sería tarde.

-¿en qué piensas?- preguntó ella interrumpiendo mis pensamientos.

-en que tengo la mujer más hermosa junto a mi-dije haciendo que ella se ruborizára.

- Thomi que te ocurre, claro que no, soy como cualquier otra mujer, no soy la más hermosa, tal vez sea bonita, pero no la más bonita y mucho menos la más hermosa-dijo aún ruborizada.

-para mi eres la más hermosa y fantástica, cuando te conocí a que había ganado un gran tesoro porque eres grandiosa-dije mirándola directamente a sus ojos para que viera la sinceridad en mis palabras.

-gracias, tu también eres fantástico-dijo ella. -Thomi, tus ojos están brillando más de lo normal, ¿te pasa algo?-me dijo.

Realmente me estaba matando con esa pregunta, la amaba, pero no podía decirle ya las cosas, tenía planeado que fuera especial, quería ser el primero y el último en su vida, ser su único amor, ser lo que ella deseara y sobre todo quería ser lo que le sacaba una sonrisa de la nada, siempre cuando ella lo necesitara, porque ella para mí era eso mi único amor y la persona que nunca soltaría, mi mundo giraba entorno a ella y eso era lo único que me hacía sentir completo.

- Thomi, ¿qué pasa?-me pregunto sacándome de nuevo de mis pensamientos.

-nada Tormenta, no me pasa nada, te diré todo y te responderé todo lo que quieras cuando hayamos llegado-le dije para tranquilizarla.

Narra Tormenta

Thomas estaba súper raro, nunca en todos los años que llevamos de amigos, desde que tengo memoria nunca había estado tan pensativo y tan distraído, se que tal vez estaba siendo caprichosa porque quería que me colocará toda su atención, pero yo era el centro de su vida y nunca me había dejado con las palabras en la boca.

-llegamos-me dijo, colocándome una venda en los ojos.

-¿para que es esto?-pregunté un poco confundida.

-ya lo verás-dijo él, para luego emprender un camino en silencio.