La novia pasó por mi lado sin que yo pudiera hacer nada. No podía moverme, tan solo era una espectadora más. Lissana llegó al altar, donde la esperaba Natsu. Y yo no podía hacer nada. Recitaron los votos, y el cura preguntó:
- Lissana, ¿aceptas a Natsu como tu esposo, en la salud y la enfermedad, en la felicidad y en la tristeza, para amarlo y respetarlo hasta que la muerte os separe?
- Sí, acepto.- respondió Lissana.
El cura repitió las palabras, esta vez preguntando a Natsu.
Natsu tomó aire para responder y...Lucy se despierta sobresaltada y llorando. Se gira y ve a Natsu sentado, mirándola preocupado. Se lanza a sus brazos. Natsu la abraza con cuidado y le susurra palabras tranquilizadoras.
- ¿Qué ha pasado Luce?
- He tenido una pesadilla... Te casabas con Lissana y yo no podía hacer nada.
Natsu sonríe enternecido y se levanta para coger una foto enmarcada. Vuelve a la cama y se la da a Lucy.
Es un collage de recuerdos. Lucy sonríe, rememorando.
- Ves Lucy... No temas. Es solo un sueño.
Se oye la puerta abrirse y entra un pequeño rubio de ojos jade y una niña pelirosa.
- ¿Estás bien mamá?- pregunta la pelirosa. El pequeño la mira preocupado.
- Estoy bien. Solo ha sido una pesadilla.- Lucy sonríe, tranquilizando a sus pequeños hijos. Ambos corren hacia sus padres y los abrazan.
- ¿Queréis subir a dormir a la cama de la buhardilla?- pregunta Natsu con una sonrisa.
Los niños sonríen emocionados y gritan un "¡Sí!" mientras corren hacia allí. Dormir en la cama de la buhardilla significa dormir los cuatro juntos y eso les encanta a los pequeños. Los padres se levantan de la cama y sacan algunas mantas y almohadas del armario para luego subir a la buhardilla, donde ya les esperan sus hijos. Se tumban y duermen, juntos y abrazados, dándose calor. Y alguna que otra patada también...