La semana de exámenes estaba por llegar, era la semana que se sentía eterna para todos, incluyéndome.
Probablemente era a lo que todos podríamos temer, ó probablemente, no.Camila movía al compás de la música su pie. Tenía los audífonos puestos y mantenía sus ojos cerrados, como si ignorara a todos a su alrededor. No era nada nuevo, digo, siempre lo hacía a pesar de no tener nada que escuchar.
-Oye, Camila - Dijo Trina llamándola desde la puerta del aula.
Camila se sentaba en la parte trasera durante las clases y durante casi todo el día, se podría decir.
-¡Camila! - Exclamó Trina, nuevamente
Camila ni se inmutó, seguía sentada con los brazos entrelazados en la nuca, con los ojos cerrados y moviendo su pie.
Cuando Trina observó la conducta de reina frívola de Camila, cruzó los brazos molesta.-Maldita sorda- dijo entre dientes Trina- ¡Camila!
-¿Qué quieres? - Ella abrió los ojos y sólo le dio una mirada tajante.
-Haz dejado tu almuerzo esta mañana en la mesa de la cocina-Dijo Trina de manera hostil
Por lo regular la familia de Camila, siempre se hablaban sin usar algún tono de amabilidad. Incluso con las personas que no tuvieran alguna conexión familiar, siempre eran malhumorados y tal vez hasta quizá un poco groseros. Trina era la hermana mayor de Camila, sólo era un año de diferencia entre las dos.
-Tú - dirigiéndose a mi Trina- atrápalo
Yo estaba de pie a un lado de la puerta, sacando punta a uno de mis lápices, cuando Trina sin pensarlo lanzó la bolsa del almuerzo a mis manos. Solté el sacapuntas al suelo, agitaba mis brazos sin saber si lograría atrapar la bolsa de papel color café, que contenía el almuerzo. Cuando la bolsa estaba a punto de llegar a mi, sin poder hacer un ultimo intento, golpeo mi ojo y cayó al suelo abriéndose la bolsa, derramando el spaguetti de una lonchera de plástico.
Mi ojo dolía, era como si alguien lo hubiera picado pero con más intensidad.
Coloque una mano sobre mi ojo lastimado para calmar el dolor y, cuando me volví hacía la puerta para observar a Trina, ella ya se había largado.Camila se levantó de su asiento, acomodó la silla y caminó entre el pasillo de los bancos.
-Bien hecho, ¿ahora que comeré? - dijo Camila observando mi aspecto - a la próxima intenta usar las manos, no los ojos. Torpe.
Después de mírarme de una manera muy cruel y de haberme llamado "torpe" salió del aula, sin más.
Ella no se disculpó por lo sucedido. Probablemente, no tenía porque, ella no me había lastimado, pero si me había llamado torpe y hecho sentir una mierda. Tal vez era equivalente.
No era novedad de los demás tratarme de esa manera. Pero dolía, claro que dolía.
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Todo Me Male Sal
RandomSólo tal vez para ti, sea algo pequeño, pero para otra persona puede ser de lo peor.