―Al fin, al fin se dio cuenta de que realmente necesita un descanso― dije mientras un gran alivio se apoderaba de mí. Como también la angustia, por saber de ante mano el vacío que sentiría en el próximo año, sin saber casi nada de él.
Pase lo que pase «Siempre te voy a estar esperando, Justin» Toda mi vida, si es necesario.
‘Un año más tarde’
Me encontraba tan ansiosa, Justin había publicado en Twitter que hoy volvía a lo profesional y como bienvenida ―después de todo éste año de descanso― se presentaría en una conferencia de prensa.
Estaba emocionada, él volvía y lo había echado tanto de menos. Pero me aseguré de que cada día que pasará, lo amara cada vez más. No me era una cosa difícil, amar a Justin es fácil para mí… Solo me nace hacerlo.
Era la hora… Prendí el televisor y sintonicé el canal, uno de los periodistas dijo que él saldría en unos minutos, nada más.
¡Al fin!
¿Cómo se sentirá? ¿Habrá un cambio bueno en él?
Y la pregunta en la que quería obtener una respuesta positiva: ¿Ahora sonreirá de verdad?
Yo sólo quería verlo feliz, fue ese el motivo de porqué me hacía tan bien la noticia de su año sabático.
Habían pasado diez minutos y el grito de las chicas que estaban en la conferencia, se hicieron oír. Y aunque yo no estuviese allí en vivo y en directo, grité como una más de la multitud. Las emociones que me hacía sentir éste chico, sé que nunca las sentiría por ningún otro artista. Él es mi número uno, él es mi chico favorito.
―Justin, ¿Qué se siente volver al mundo de la música? ― preguntó un señor canoso. Su voz era muy grave.
Justin se acomodó sobre el asiento y tomó el micrófono para contestar:
―Con respecto a eso, principalmente debo decir algo públicamente. Un mensaje directo a mis fans― dijo él… ¿Acaso todavía seguía triste? Lo sentía en su voz. Quizás no lo conozca en persona y no sepa todos sus secretos. Pero si se habla del estado de animo de mi ídolo, no sé porque, pero yo tenía un sexto sentido, yo siempre sentía cuando Justin estaba bien o mal, sé que todas somos así. Sé que conocemos a Justin de alguna manera. Él lo era todo.
Las chicas gritaron. Y yo, yo solo quería escuchar lo que él quería soltar.
―Puedes comenzar si quieres. ― dijo el mismo periodista canoso.
―Mm, ee… Bien, aquí voy― él estaba nervioso. Siempre balbuceaba o tartamudeaba cuando lo estaba. Ahora ¿Qué era esa cosa tan difícil que le costaba soltar? ―Saben, cuando comencé con mi carrera, en el primer año de mi carrera, mi primer record, era como “woow, hombre. Esto es genial y totalmente nuevo” ― dijo haciendo ese típico sonido de voz. ―Era algo increíble y es increíble la cantidad de gente que me seguía y me sigue. Los primeros años fueron los mejores de mi carrera, aprendí muchas cosas ¿Saben?, he vivido cosas fantásticas, yo… Yo he sido feliz también así, siendo el famoso Justin Bieber, pero… P-pero― comenzó a tartamudear, él nerviosismo hizo su presencia en él. Dejen a mi bebé en paz putos nervios, él va a decir algo importante. ―Pero… No todo dura para siempre. Me he roto, con el tiempo me he roto, he cometido errores, muchos. Y no estoy tan contento con ello, pero como ya saben, también soy humano― se calló por unos segundos para después proseguir. ―Amaba lo que hacía, era extraordinario. Ver las caras de aquellas chicas en las giras, era y siempre fue hermoso para mí. Quizás muchas cosas se habían vuelto una rutina y algo que ya definitivamente cansador, pero ver a toda esa multitud frente a ti, gritando por ti, eso nunca podría ser cansador, eso es lo más asombroso que me sigue pasando. Solo míralas― Justin señaló a las beliebers que se encontraban al otro lado de las vayas gritando por él. Los gritos triplicaron al oír a Justin. ―¿Cómo esto podría ser cansador? Nunca me cansaran. Nunca me cansaría de ellas― dijo sonriente.
Al ver esa sonrisa, pude notar que por fin ―después de mucho tiempo― Justin estaba sonriendo con ese brillo que tanto extrañaba, estaba sonriendo tan magníficamente real, que hasta dolía su sonrisa, era tan hermoso.
―Lo siguiente que diré, quizás las moleste… Pero debo hacerlo, todo éste año en que no estuve, la pase increíble junto a mis amigos y mi familia, fue como vivir normalmente, me sentía cómodo, liberado, me encontré a mí mismo, beliebers― miró a las chicas. ―¿Y saben qué? No quiero perderme de nuevo. Y si yo me voy de Canadá, sé que lo haré, soy feliz donde me encuentro, he pensado esto miles de veces y duele, duele inmensamente, pero yo ya no puedo seguir… Sé que es contra mis propios valores, pero eso no quiere decir que porque yo me dé por vencido ustedes también tienen que hacerlo. Eso no. Ustedes deben seguir ¿De acuerdo? ― No sé porque, pero un nudo se formó en mi garganta. Una parte de mí ya sabía lo que vendría y no, no quería escucharlo, por favor, no. ―Ustedes me cumplieron mi sueño y yo toda mi vida les estaré agradecido por aquello― su mirada tenía un brillo increíble. En su mirada había felicidad, él estaba feliz y mi corazón también lo era al ver ese brillo en él. Una sonrisa se apoderó de mi rostro. Él era feliz. ―Gracias, enserio. No sé como agradecerles toda la felicidad que me dieron durante estos cuatros años de carrera― continuó. ―¿Sabían que son las mejores fans del mundo? Realmente lo son, no importa lo que digan, lo son. Lo son para mí. ― las lagrimas recorrían mis mejillas ¿Porqué sentía que lo próximo que vendría haría que mi mundo se hiciera trizas? ―Me retiro de la música para siempre. Ustedes me sacaron sonrisas, gracias por todo beliebers, siempre van a estar en mi corazón... Pero solo les pido una sola cosa… ― sentía como la tristeza inundaba su voz. ―Por favor, no me olviden. Porque yo no las olvidaré jamás.
Y así fue como me largué a llorar como nunca antes en mi vida. Sentía como si me faltará el aire ¡No te puedo dejar ir! ¡Salvaste mi vida, no podría seguir!
Las lágrimas salían tan fácilmente. La conferencia había terminado, él se había despedido, él había dicho adiós para siempre.
“Gracias por cada sonrisa, cada sonrisa que me robaste cuando más rota estaba. Gracias por ser mi guía cuando me sentía tan perdida. Gracias por cantarme a la noche que todo va a estar bien. Gracias por las risas infinitas viendo tus vídeos. Gracias por estás emociones únicas que jamás en mi vida volvería a sentir, porque eras el único que me hacía sentirlas y… tú ya no estas, dijiste adiós. Gracias por aparecer en mi vida, sin ti nunca hubiese superado cada obstáculo. Adiós mi amor, adiós mi mejor amigo a la distancia, siempre te voy a amar. Nunca quise dejarte ir, nunca quise decir adiós… Pero tú lo hiciste por mí. Eres feliz y si tengo que dejarte ir para que seas feliz, me iría millones y millones de kilómetros lejos de ti, aunque se me rompa el corazón. Solo por un objetivo: Verte feliz.
Nunca te voy a olvidar, Justin.
Gracias por ser mi héroe, nunca podría olvidar a mi salvador.
Te ama, eternamente… Tú fiel belieber”
Justin había dado una dirección para que cada una de sus beliebers en el mundo le mandará una carta. El sólo dijo: “Déjenme tener un último recuerdo de ustedes, ¿Qué algo más lindo que sus dedicatorias? Recuerden, nunca se rindan, luchen por sus sueños y sigan creyendo. Las amaré toda mi vida. Sean felices, beliebers. Sonrían, porque si ustedes lo hacen, yo lo hago. Adiós ”
―Beliebers, unidas jamás serán vencidas― se sentía un eco por todo el mundo. Todo había terminado. Pero los recuerdos, los recuerdos seguirán ahí.
Gracias a Rocio Encinas.