¿Otro sueño?

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¡Pereza! Me levante de la cama totalmente asustada logrando marearme un poco, seguí avanzando lentamente por la habitación guiándome por las paredes, cuando encuentro la puerta casi sin pensármelo pero con cautela la abro, miro los alrededores pero no observo a nadie.

Camine despacio por el largo y oscuro pasillo, lograba ver un poco gracias a los grandes ventanales rotos que estaban en el pasillo, todo estaba lleno de suciedad y grandes agujeros en el piso de madera (imaginen algo parecido a la escuela de corpse party) parecía una casa embrujada; escuche pasos venir de abajo, yo entando cerca de la escaleras no sabia que hacer

-iré a verla- se escuchó mientras crujía los escalones a cada paso que daba esa persona

Totalmente asustada es correr de vuelta al pasillo y encerrarme en el primer cuarto que se veía, pero como casi siempre pasa, fue un error entrar ya que al darme la vuelta y encender un pequeño bombillo que se tambaleaba en el techo, regado por el piso habían cadáveres humanos como de animales, algunos ya en estado avanzado de descomposición. Por la vista no pude contener un grito pero casi de inmediato me cubrí la boca y mire la puerta esperando que nadie me halla escuchando.

La perilla empezó a girar, ya aterrada por la habitación y pensar que me arán tome un pedazo de madera q sobresalía del ventanal y me prepare para golpear quien sea el que abra esa puerta; cuando se abrió actúe de manera automática, lo golpee y salí corriendo empujando a la aturdida persona pero al llegar a las escaleras vi dos sombras acercándose, Me iba a devolver pero ya la otra persona que golpee se estaba acercando. Me pegué a la pared sin saber ya a donde meterme, me cubrí con mis brazos y cerré fuertemente mis ojos

-¿estas bien?- preguntó una voz masculina muy familiar, lentamente me quite mi "escudo" y abrí mis ojos

-¿so...soberbia?- pregunte incrédula intentando ver claramente a los rostros de las tres personas al frente de mi, al identificarlos me lanzó en los brazos del mas cercano el cual era codicia y empecé a llorar como una pequeña asustada - tenia...sniff....mucho miedo sniff - sentí que correspondió mi abrazo y me sentí totalmente segura

-ya paso todo- susurro lentamente mientras acariciaba mi cabeza suavemente

Se encendieron de repente las luces y sin realmente desearlo me separo un poco para mirar el rostro de codicia el cual me dirigía una mirada extraña pero con una dulce sonrisa. Aun lado se encontraban Lujuria y Soberbia con rostros preocupados, termine de separarme de codicia lentamente y lo mire a los ojos

-¿mejor?- me pregunto, yo asentí, su mirada bajo y su rostro se mostró preocupado - ¿estas herida? ¿Por que sangras?

-me mire y note que tenia sangre por toda mi ropa- no estoy herida es sólo que en esa habitación- corte al recordar esa espantosa y asquerosa habitación

- por eso gritaste- fue lo único que dijo Soberbia

-¿acaso saben lo que hay ahí?- pregunte mirando a todos, los cuales asintieron

-se podría decir que es pasatiempo de pereza - respondió Lujuria con una mueca de asco

-pues, no es algo que me gustaría hacer- dije en broma, hasta yo misma pensé que fue pésima pero estaba nerviosa fue lo único que pude decir

- hmph ¿tienes hambre?- pregunto Soberbia sonriendo mas tranquila

-ahora que lo mencionas ... Me gustaría algo de comer- dije intentando sonreír pero no podía, soberbia y lujuria al parecer no se dieron cuenta pero Codicia se me quedo mirando como analizándome- O...ocurre algo Codicia?- pregunte con nerviosismo, nunca mega gustado preocupar a nadie

-creo que no- dijo para luego voltear se y seguir a sus hermano

-vale- susurré más para mi, los seguí pero extrañamente todo de distorsionó, me agarre del barandilla de la escalera pero igual perdí el equilibrio y caí pero antes de perderme de nuevo en la oscuridad, pude observar a una pequeña niña con ojos amarillos y rostro inexpresivo, me decía adiós con la pata de su peluche de oso

-Anastasia- escuche, sentía frío, no estoy segura de donde estoy y no quiero levantarme, tampoco quiero abrir mis ojos-¿ana?- vale mejor veo que pasa

-¿qué?- susurré, me di cuenta que me dolía a horrores la garganta

-es hora de despertar hija -dijo alguien de voz grave obviamente masculina....¡¿espera, hija?! Abru mis ojos con fuerza e igualmente me levante - calmate, cuidado- dijo después de escucharme quejarme por el dolor- eso, tranquila - voltee sin poder creerlo a donde la voz tan conocida por mi - ya te puse algo para el dolor, no te preocupes-sonrió, se me humedecieron los ojos

-pa..papá- digo casi en susurro sin poder creer que esta al frente de mi

los 7 pecadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora