Me enamoran esos dias en los que amanece y está lloviedo,
no una lluvia torrencial y deforme
sino una lluvia frágil, sublime, acompasada, podría decirse qué hasta con melodía,
ésa lluvia que te arranca suspiros,
ésa lluvia que te arranca el alma,
ésa lluvia que te arranca recuerdos.
Ahí estaba yo admirando su belleza desde lo lejos, oh por Dios como me encantaba, obnubilabame cada gesto suyo, cada sonrisa, sentía celos del viento ya que éste podía acariciar su piel con total libertad, sentía celos de los libros que levaba en las manos ya que podían sentir su delicado tacto, ésto empieza a dolerme, contemplarla y no poderla tener, es un delicado sentir que pesa y me encadena a las más remotas profundidades del abismo de mi mente.-Lauren...Lauren- Trataba de llamar mi atención mi acompañante.
-Que es lo que quieres Vero?- Ambas nos sorprendimos de la rudeza de mi respuesta.
- Hace media hora estoy hablandote.
- Que me decías? Estaba concentrada en otra cosa.
- Otra cosa u otra chica?- Respondió ella siempre adivinando lo que pienso...o siento.
- Aun sigues sorprendiéndome la capacidad que tienes de entrar en mi mente- le respondí con sinceridad.
-No recuerdas que somos amigas aun desde antes de nacer?
Y así era, Verónica Iglesias era la persona en quién más confio en el mundo entero, mi niña adorada, tus inmensas pestañas y su pelo rubio, sus ojos y su cuerpo perfecto no se comparan con la efusividad de su persona, somos mejores amigas desde recién nacidas, habíamos nacido ya hace dieciocho años en el mismo hospital y en el mismo día, nuestras madres se conocieron ahí y ellas desde esa ocación se han convertido en mejores amigas también.
-Bueno, que pasó?
-Te estaba preguntando si asistiras al baile de bienvenida de esta noche.
-Claro, obviamente no me lo perdería por nada del mundo.- Y así era, el baile de bienvenida se da a todos los alumnos nuevos de la Universidad, además esperaba que asistiera esa chica a la que tanto amaba contemplar.
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Esa niña me estaba robando la vida, en ella pienso en las noches, en ella pienso en los días, ya no se que hacer, pero sinceramente ella me capturó indudablemente, lo malo es que de seguro ni sabe que existo, ella siempre tan en su mundo, ni siquiera voltea a mirarme. Muchas veces he tomado la determinación quitarme esta estúpida obsesión que traigo con ella, pero nada más basta con mirarla para que se me olvide hasta mi nombre, me pongo tonta, y según Vero, hasta babeo, pero esto no puede seguir así, me divertiré esta noche e iré en busca de una hermosa niña para pasar la noche, un poco de diversión no me ira nada mal.