Canciones

♪I Bet My Life, Imagine Dragons♪

Odio mi situación, regresar en una casa que muy apenas se podía sostener y siempre ser regañado es una rutina que se repite todas las noches.

-¿Donde estabas?-rodé los ojos molesto y deje mi guitarra a un lado del perchero.

-Te dije que no me tenías que esperar-me quito la chaqueta y mi madre se para a mi lado y me agarra de los hombros para mirarla.

-No podía dormir si estabas fuera de la casa-se cruza de brazos-Me tenias con el Jesus en la boca-me empiezo a reír.

-Estaba en una fiesta ¿Okay? Ahora déjame dormir estoy cansado-me fui despreocupado a mi habitación.

-¿Por que me haces esto?-grita mi madre y yo solo cierro la puerta fuerte.

-Soy un esclavo de la noche ¿que quieres que haga?-le digo en respuesta y me aviento cansado en la cama, Dios esta mujer no me deja vivir.

Estaba comiendo tranquilamente hasta que mi madre se le ocurre quitarme mi plato y mostrarme un papel, se le podía ver la ira en su cara.

-¿Qué es esto?-digo agarrando el papel por los extremos.

-Eso también quisiera saber yo-se agarra del cabello desesperada- No has ido ni un solo día a la universidad.

-Te dije que yo no quiero estudiar-dije molesto, otra vez iba a comenzar con su sermón así que opte por irme de una vez.

-No no no tú no te me vas hasta que me oigas-agarra mi guitarra y yo empiezo a ponerme precavido ¿Que es lo que piensa hacer?-Esto no te va a dejar nada.

-¿Como puedes saberlo si nunca me has visto?-le espeté con ira.

-Este no es el camino que quise para ti, me has mentido diciendo que siempre asistes a la universidad-empieza a negar con la cabeza-Ya me imagino lo qué haces con esos amigos tuyos-siempre piensa lo mismo que no sirve para nada lo que hago.

-Déjame vivir mi vida mujer-le grito y ella empieza a llevarse la guitarra hacia la ventana-No te atrevas

-Ya estoy harta, no sabes cuánto me cansó trabajando todo los días, tomando horas extra-empieza a llorar-Para que tú puedas estudiar y tener un buen futuro y tú solo desprecias todo eso-y todo pasó en cámara lenta para mí, ella soltó la guitarra haciendo que se fuera al vacío. Se acabó la paciencia.

Me fui a mí habitación, agarre mi mochila y empecé a empacar no me importaba si todo estaba arrugado, solo quería largarme de aquí, tome mis llaves de la moto y me dirigí a la puerta, ignorando los lloriqueos de mi madre donde gritaba mi nombre.

-Está es la última vez que me veras-le grite y ella empezó a negar y agarrando me para que me detuviera.

-No por favor no te vayas-me imploraba pero yo me solté de su agarre y comencé a subirme a mi moto-Por favor-la encendí y me fui de allí, donde me llevara el viento, lo ultimo que escuche de ella fue gritando mi nombre de una forma tan desgarradora pero ya no podía mirar atrás.

Después de unos años volví, me sentía diferente he recorrido el mundo entero pero siempre tenía este remordimiento, comencé a caminar a la casa, creo que ya es tiempo de volver, toque la puerta y la vi. Estaba diferente se le veía más cansada se podía notar por sus ojeras y tenía arrugas en su rostro, al verme se le pusieron los ojos acuosos y yo también estaba igual, me abrazo y comenzó a llorar y yo hice lo mismo la abrace aferrándome a ella, no sabía lo tanto que la extrañe.

-Perdóname-me decía entre sollozos-Perdóname, no te vayas más, por favor-me acaricio mi cara examinándome-Has crecido mucho, ya eres todo un hombre.

-Mamá te quiero pedir disculpas por haberte dicho un millón de mentiras, por hacer de tu vida un infierno, por haberte preocupado todo estos años-tendría que calmarme o comenzaría a llorar de nuevo.

-Debí de haberte apoyado en tu decisión, soy una mala madre-yo le limpió las lágrimas que tenía en sus mejillas.

-No no lo eres, solo querías que estuviera bien, ahora lo entiendo-entramos a la casa y me empieza a preparar un chocolate caliente- Toma-le entregó un sobre-Hay un pedazo de ti en todo lo que hago-mi mamá se queda sorprendida al ver el dinero y empieza a negar queriéndome dar de regreso el dinero-Se que el dinero no recompensa todo lo que te he hecho pasar cuando me fui pero quiero que lo tengas, acéptalo.

-Lo siento por no creer en tu sueño-pone el sobre a un lado y me abraza.

-Ya ya basta de lamentos, te ayudaré desde ahora en todo-se sentía bien volver a casa, voy a recompensar todos los años que no estuve con ella-Hasta... apuesto mi vida por ti.

-Gracias por regresar- me sentía muy feliz, ya estoy en casa.