Acababa de llegar a Radiador Spring, después de haber participado en otra de muchas carreras.
Fui directamente a dejar mi auto al estacionamiento del cono comodín; suspire y luego me baje del auto, guardando las llaves y arreglando mi chaqueta.
Estaba demasiado agotado, qué lo único que quería era llegar y de paso, paras al café de Flo, pero no sin antes pasar a saludar a Mate.
-¡McQueen!-grito Mate viniendo en su grúa
-Mate, que gusto verte-dije sonriendo a lo cual él se bajó de su grúa y me abrazo
-Y ¿Qué te trae por acá McQueen?-me hablo acomodando su gorra-Querías venir a pasar tiempo conmigo ¿verdad? Ya sabía yo que no podías estar sin tu mejor amigo-se quedó sonriendo mientras caminábamos hacia donde Flo
-¿Te encuentras bien McQueen? Te ves algo cansado-me dijo Mate mirándome de re ojo
-Las carreras se han puesto mucho más difíciles que antes, Mate-dije bostezando
-Algo me dice que no es solo eso-me habló con un tono de preocupación
-Así es-respondí-Francesco está mucho más insoportable de lo normal
-No te preocupes McQueen, tarde o temprano se detendrá-
-Sí, creo que tienes razón, Mate-hable por última vez hasta que llegamos donde Flo
Mate me contaba una de sus locas historias, mientras yo me dedicaba a escucharlo atentamente.
-Oye, McQueen-hablo Mare dejando su café en la mesa
-¿Si?-respondí breve
-Creo que Francesco quiere algo contigo-me dijo en tono de broma
Escupí mi café y luego empecé a reír junto a Mate.
Cuando por fin nos calmamos, seguimos hablando mientras salían divertidos temas de conversación.
Nos quedamos en silencio mientras empezaban a escucharse murmullos.
Mate y yo salimos del local, para ver que tanto escándalo, a lo cual vimos un auto de carrera que era demasiado reconocible.
Del auto, salió un hombre con una piel blanca, cabello castaño y con una mirada acompañada con una sonrisa que hacían parecer que todo para él era perfecto.
-Ah, McQueen, justo el hombre al que estaba buscando-dijo con su acento
-Hola Francesco-le hable algo frio-¿Qué te trae por acá?
-Nada en especial, solo quería ver nuevamente este bello lugar y de paso, volver a ver al Rayo McQueen-me miro con una sonrisa pícara, a lo cual no pude evitar fruncir el ceño
-Bien Francesco, ya no tenemos que ir, disfruta el paseo-hablé yéndome
-Espera un momento McQueen ¿Qué te parece si tenemos una carrera? No hay mejor modo de llegar al hogar de un compañero corredor que con una carrera-Hablo cruzándose de brazos mientras sonreía
-Está bien-le dije
Fui a buscar mi auto y me dirigí al lugar donde siempre hacen las carreras en Radiador Spring.
Cuando llegue maneje hasta el lado del auto de Francesco, mientras esperábamos la señal de Mate para comenzar.
-3... 2... 1-hablo Mate a lo que empecé a manejar a toda velocidad
Mi pie no salía del acelerador, mientras miraba a Francesco, esperando ganarle.
Fue vuelta tras vuelta, iba lo más rápido que mi auto permitía, pero no era suficiente, ya estábamos en la última vuelta y Francesco llevaba la delantera.
Mate agito la bandera a cuadros demostrando que el ganador era Francesco.
Ambos nos bajamos de nuestro Autos, a lo que Francesco se acercó a mi estrechando mi mano.
Desvié la mirada y Francesco me miro con una sonrisa picara
-No te enojes McQueen, es solo una carrera-dijo tomándome del mentón haciendo que lo mirara mientras que estaba demasiado cerca de mi rostro-Bueno, tengo que irme, nos vemos después-sacudió mi cabello rubio, dándose media vuelta y yéndose con un montón de personas yendo donde el para pedirle su autógrafo o algo por el estilo
-Hey McQueen-hablo Mate-si tienen una cita, me debes 20 dólares-me dijo a lo que le pegue débilmente en el hombro y nos fuimos a hacer nuestras típicas locuras
Yeii, Yeiiii, YEEEEEEEEEEEEIIIIIIIIIIIIIIIIIII, aquí está la nueva historia, después de tanto tiempo, por fin salió, espero que les guste y que voten si les gusto, nos vemos <3 <3 <3 <3 <3
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La Carrera de Nuestra Vida (Yaoi/Gay)
RandomFrancesco Bernoulli a desarrollado sentimientos amorosos hacia el famoso corredor, el Rayo McQueen, pero los sentimientos de rivalidad no desaparecen de la noche a la mañana, dándole a entender a McQueen que los sentimientos de Francesco no son puro...