Esto realmente comienza conmigo fingiendo estar bien...
Tan solo tenía 10 cuando papá se fue, esa noche de navidad del 2009 ni mis hermanos ni yo entendíamos el por qué papá no se quedaría a dormir. Resultaba ser que ya no volvería más. Ahí fue cuando tomo la decisión, la eligió a ella por sobre a su familia.
Casi 20 años de matrimonio se disolvieron frente a sus ojos, mamá quedó totalmente destrozada. Ella en serio le entrego los mejores años de su vida y el solo la engañó año tras año sin que supiera. Lo peor fue que toda la familia de papá sabía, pero ninguno tuvo la valentía de decirle la verdad a mamá..
Ese fue el día en que mamá cambió, se volvió lejana, dura, estaba perdida, estaba sola con 3 hijos, una casa, deudas y educación que pagar, tenía tres pequeños que no entendían por qué papá se iba, y un corazón roto.
En ese entonces mi hermano mayor tan solo tenía 16 años, era tan solo un chico en plena adolescencia que necesitaba a su padre para aconsejarlo, mi hermano menor tenía 4 años, un bebe que lloraba cada noche porque quería ver a su papá, que al intentar consolarlo todos terminábamos llorando, ya que todos lo extrañábamos, y aunque lo llamáramos una y otra vez, el no contestaba.
Mamá no tenía trabajo, papá siempre le dijo que no se preocupara de eso, que tan solo se encargara de nosotros, que estando el nunca nos faltaría nada, y bueno, fue verdad, cumplió siempre, hasta que se fue... porque dejo de responder por sus hijos, dejo de mandar dinero para nuestra alimentación, educación y vestimenta.
Fue muy difícil salir de una situación tan complicada, mamá ni siquiera había terminado sus estudios, no podía llegar y pedir trabajo porque para todo se necesitaba su certificado de estudios cumplidos. Hubieron días en que pasamos hambre porque el dinero no alcanzaba para todas las comidas del día, pasamos frío porque el dinero no alcanzaba para comprar leña en el invierno, pero nunca nos faltó la educación, mamá siempre lucho por tenernos a cada uno nuestro uniforme y útiles para ir al colegio, y aunque no siempre nos podía ayudar con las tareas porque no entendía, siempre estuvo para apoyarnos.
Yo era tan pequeña que no comprendía totalmente mis sentimientos, siempre fui una niña tranquila, introvertida, pero cuando el se fue tome la decisión de no dar problemas, de estar bien por mi mamá y hermanos, o al menos fingir estar bien, tenía tan solo 10 años cuando tome la decisión de poner a todos antes que yo, mi familia era más importante que lo que yo sintiera.
Guarde cada pensamiento, tristeza, problema, queja, etc, en lo más profundo de mi ser, pretendía estar bien para no dar más problemas de los que ya habían, lo que no esperaba era que sería tan buena para mentir, tan buena que todos me creyeron, durante años me creyeron, los convencí a todos de que estaba bien, ese fue el mayor error que pude haber cometido en mi vida.
Creo que todos saben que cuando te guardas las cosas durante tanto tiempo, de alguna mañera u otra terminarás explotando, debes de alguna manera expulsar esas cosas. Con 13 años, tan poco me importaba a mi misma que la manera que encontré para desahogarme fue lastimando mi cuerpo, descubrí que prefería el dolor físico en vez de el dolor psicológico que me producía pensar.
Después de un tiempo, se volvió una necesidad, piernas, brazos, abdomen y costillas, llenos de heridas que cubría cada día con ropa. En pleno verano con camisetas mangas largas, hoodies, pantalones, etc. A todos les decía que no me gustaban los shorts o vestidos porque no me gustaban mis piernas, que prefería vestirme "así" porque estaba gordita y no me gustaba mi cuerpo. Lo cual al fin y al cabo era verdad, odiaba mi cuerpo.
Seguía pasando el tiempo, y mientras yo vivía en una mentira, mamá logró terminar sus estudios y obtener su certificado. Hizo capacitaciones y logró encontrar un trabajo, James (hermano mayor) se dedicó a formar un futuro, le encantaba jugar la pelota y fue a lo que se dedicó, siempre estaba viajando por lo que nunca fuimos muy unidos, siempre hablábamos y preguntábamos por cómo estábamos, pero no más.
Mamá trabajaba todo el día, James nunca estaba, yo me hacía cargo de Noah (hermano menor), lo ayudaba con sus tareas, le hacía comida, preparaba sus cosas y lo acostaba. Mamá llegaba después de las 11 pm, hacía horas extras para poder ganar un poco más de dinero. En este momento de nuestras vidas, la verdad no éramos muy apegados. A mamá no le gustaba que nos acercáramos a abrazarla porque sentía que lo hacíamos por interés, para pedirle algo a cambio. Éramos pequeños y no entendíamos, pero fue por papá que ella actuaba así.
Nos afectó, me alejo de mamá, menos confianza me daba acercarme a ella y contarle por lo que estaba pasando.
Me costaba mucho hacer amigos, pero lo logré. De una manera u otra logre confiar en alguien, Amanda era una compañera de curso, éramos bastante parecidas, con ella lograba ser yo misma, comenzamos a pasar bastante tiempo juntas, nos gustaba la misma música, sacar fotografías, viajar, soñábamos las mismas cosas, nos obsesionamos con One Direction, fuimos a su concierto, nos llegaba el periodo al mismo tiempo, me quedaba a dormir en su casa por varios días, tan solo vivíamos a unas casas por lo que no era problema, blabla blabla...
Este debía suponer ser un buen tiempo, debería ser feliz, pero no lo era. Amanda sabía de mis problemas, era la única que sabía que me lastimaba, aún así, ella nunca hizo nada. Literalmente, nunca me dijo que lo dejara de hacer, nunca le dijo a mamá, o a su familia, sabía que estaba deprimida y nunca hizo nada. No es que fuera su obligación, pero, por ser mi "amiga", ¿ No debía aunque sea preocuparle?
...
Mi casa tan solo tenía 2 habitaciones, yo compartía la mía con James y Mamá dormía con Noah. A los 14 años, un día en que mi familia estaba en casa no me sentía bien, andaba mal humorada y no podía ocultarlo, subí a mi habitación y me puse a llorar sin poder parar, lo cual me desesperaba porque sentía que alguien me iba a encontrar. No me permitía ni llorar. Y así ocurrió, James me encontró y me pregunto qué pasaba, yo le decía que nada, pero insistía e insistía.
James: Emma! - me sostuvo de las muñecas fuertes para no alejarme de él y así poder responderle - ¡¿Qué te pasa Emma?!
Recuerdo que mis heridas ardían por el rose del sweater que estaba usando aquel día, aún más dolía porque James me apretaba, y no aguante más, y le mostré. El no supo que hacer ni reaccionar.
James: Pero hermanita, mira como tienes tus brazos... - me miraba con pena
Le supliqué que no le contara a mamá, que por favor mantuviera el secreto entre nosotros, que solo era una tontería y se me pasaría. El me prometió no decirle, yo confié en el.
Bajo las escaleras y se dirigió a donde estaba mamá, le contó.
Es aquí cuando decidí nunca más confiar en nadie.