Capítulo único

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El cielo oscuro era bendecido por la ausencia de las estrellas volviéndolo perfecto e ideal para la fecha. Siendo ya 31 de octubre, halloween para ser más específicos, era totalmente acorde con el momento; para muchos porque daba un ambiente "tenebroso" y oscuro y, para otros, era simplemente perfecto para su cometido...

Él, líder y señor de los pocos vampiros que aún vivían en esa época, no podía estar más ansioso por volver a las viejas andadas: salir y hacer de las suyas ¿Y qué mejor que la noche de halloween? Era el momento perfecto.

Una última mirada al espejo dio, presenciando su pálido y delgado rostro y peinando un par de mechones de su azabache cabello, antes de dejar la habitación dispuesto a poner en marcha su plan nocturno.

Bajó con total elegancia las escaleras finas y anchas de su hogar, de aquel enorme castillo que llamaba hogar y que sólo compartía con una sola persona...

-Mi capa.-

Hizo un llamado, tan sólo un aviso sin llegar a sonar como una orden, sintiendo casi de inmediato pasos aproximarse. En segundos sus hombros fueron cubiertos por la fina y delicada tela que conformaba su muy elegante prenda, su prenda favorita.

-¿A dónde vas, Jinyoung?-

-Es Halloween, es momento de volver a los viejos tiempos.- su rostro se giró un poco topándose con la mirada serena de su acompañante-Ya sabes cómo son los humanos, les dejaré en claro el verdadero significado de estas fechas que ellos, muy a su conveniencia, volvieron una festividad.-

Un suspiro recibió y las manos ajenas se apoyaron en sus hombros. Era obvio, no era la primera vez que se quejaba de ese asunto, lo hacía cada año, pero la cosa radicaba en que era la primera vez que salía después de muchos, demasiados, años.

-No creo que sea una buena idea.- desaprobó, con voz un poco más firme.

El vampiro se dio la vuelta haciéndole frente a aquel que, vistiendo ropajes de una especie de maid y de cabellos castaños tan sólo un poco más largos que los suyos, no era la primera vez que le frenaba. Sabía que, por cierta parte, sólo se preocupaba por él, pero no podía entender a qué se debía esta vez ¡Él era el vampiro más poderoso sobre la tierra! No tenía nada que temer, al contrario, eran los otros quienes debían guardarle temor.

-Los tiempos han cambiado.- agregó sabiendo bien que el de cabellos azabaches exigía su razón.

-¿Y eso qué? Los humanos siempre seguirán siendo la raza más débil.- mostró una sorna sonrisa, dando notar sus afilados colmillos, estando totalmente confiado.

-No podré convencerte ¿Verdad?- negó levemente con la cabeza, logrando que el flequillo cubriera la mitad de su rostro, de aquel que era muy parecido al de un humano y que, por supuesto, sólo era un tipo de fachada.

-Tú ya me conoces, Dongwoo.- otra sonrisa, esta vez más leve y un tanto orgullosa- Bien, me voy.- dio por terminada la conversación, el cómo ganador por supuesto, y se giró dispuesto a irse- No me esperes despierto.-

-Sólo recuerda lo que te dije.- alzó un poco la voz, haciendo eco en el espacioso lugar, provocando que el vampiro se detuviera volteando un poco el rostro y, cuando sus miradas se cruzaron, le dedicó una mirada de advertencia.

Jinyoung no sólo era el líder de su raza, también era el rey de los testarudos, y eso a Dongwoo le quedaba sumamente claro. Lo único que esperaba era que no se metiera en muchos problemas a causa de su terquedad.

Viernes de HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora