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-Oye, Harucchi...-
Kominato Haruichi, a pesar de que ya muchas veces le había corregido con respecto a su nombre y simplemente se resignó al ser inútil, prestó atención al llamado sin despegar la mirada del mapa que prácticamente robó de entre las cosas de su hermano, aquel que les iba a servir de mucha ayuda para llegar a donde necesitaban ahora.
-¿Y si usas esa magia tuya para ir hasta allá? ¿No sería más rápido?- preguntó, curioso y un tanto impaciente por despedirse de ese lugar. El día llegó, ellos habían salido al exterior desde antes del amanecer y todo lo que había visto no le gustaba para nada.
-No puedo.- despegó su mirar del antiguo papel y se giró al castaño- Como te explico...- agregó, asumiendo que quería también una explicación- Allá está prohibido usar magia, sólo pueden hacerlo aquellos que obtenga un permiso especial por parte del Concejo de Hechiceros.- resumió el asunto.
-Y... ¿Por qué no tienes uno?- continuó sus preguntas, creciendo su curiosidad, obviando el hecho de que ese no era asunto suyo.
-No lo sé.- se encogió de hombros, despreocupado- Nunca lo había pensado antes, más porque es la primera vez que iré.-
-Ya veo...- soltó, comprendiendo a pesar de que la situación en la que se encontraba le seguía pareciendo irreal. Pero bueno, debía estar mentalizado en salir de ahí y nada más- ¿Y si vas volando convertido en murciélago?- lanzó otra nueva pregunta, al venir cierto recuerdo de la noche anterior a su mente.
-¿Murciélago...?- eso no lo vio venir, pero le tomó unos segundos en tener el mismo recuerdo que el castaño- Ah, eso... Bueno, tengo sangre vampira por parte de descendientes muy lejanos así que no puedo convertirme en un murciélago ni hacer otras cosas típicas de vampiros.- realmente nunca se vio hablando de sus raíces con un extraño, más este siendo un humano, pero las palabras sólo salieron de su boca. El castaño era muy parlanchín, y hasta un poco molesto, pero el lado bueno era que el ambiente entre ellos no se volvía incómodo- ¿Ya no más preguntas?- dijo, eso luego de un corto rato de silencio.
-Ah, no, lo siento.- soltó una risita, dándose cuenta lo muy preguntón que se había puesto.
-Está bien.- inconscientemente sonrió apenitas, pero volvió a su semblante serio rápidamente- Sigamos nuestro camino...-
Era muy temprano y tenían mucho que recorrer... Más si querían terminar con todo el asunto ese mismo día.
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-La noche anterior-
-¿Qué sucede, Haruichi? ¿Por qué el zombie no está en la olla hirviendo?
Sawamura dio un brinquito, aterrado, y mordió sus labios para no soltar palabra alguna u otro grito. El susodicho sólo se fijó en su hermano ingresar a la sala.
Había pasado muy poco desde que él, Haruichi, comprendió toda la situación en la que ahora estaba metido y se determinó llevar al humano de vuelta a donde pertenecía. Más no contó con la intervención tan pronta de su hermano... Una excusa, debía idear una excusa rápido.
-Ah, sus órganos están muy frescos ¿Verdad?- fue el mismo Ryousuke que buscó una razón.
-Sí, lo están.- reaccionó, siguiéndole la corriente al mayor ¡Estaba salvado!- Recomiendo que mañana lo tratemos...-
-Yo estaré todo el día fuera, así que te lo encargo.- fue lo último que dijo antes de tomar lo que había ido a buscar, la razón por la que se encontraba ahí, y salir de vuelta a su quehacer.
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En un 31 de Octubre
Fanfiction"Sawamura Eijun salió esa noche a disfrutar del Halloween como cualquier otro, más terminó en manos de un par de brujas de curioso cabello rosa ¿Qué hará entonces?" Este fanfic lo escribí para halloween del año pasado, año 2015. Ahora que dispong...