Bleeding Love

7.-

La mañana llegó como todos los días, corrió las cortinas de su habitación dejando entrar al sol que apenas se asomaba.

Sonrío, por primera vez se sentía él mismo, por primera vez estaba haciendo las cosas bien, por primera vez era feliz.

Hace una semana que Donghae y él habían decidido seguirse viendo aunque aún no sabía exactamente que eran, pués ciertamente caminaban tomados de la mano e incluso se besaban.

¿Novios?
¿Amantes?
¿Amigos?

Éste último pensamiento lo hizo reír un poco.

Aún recuerda cuando el pequeño Eunhyuk le preguntaba a su papi si los amigos se besaban.

Claro Donghae lo negaba pero Eunhyuk no era tonto, claro que nó aquel niño era sorprendente.

Cada que Donghae negaba Eunhyuk se cruzaba de brazos y levantaba una ceja <o lo había imaginado> , cómo que diciendo no te creo.

- Eunhyuk ya te dije que los amigos no se besan.

- Pero tú y el señol Hyukjae lo hacen también el tío Siwon con Heechul

- Eunhyuk.......

- ¿Papi yo puedo besalme con mis amigos?

- ¿¡¡Qué!!? Claro que nó

Una estruendorosa carcajada escapó por fin de su garganta, Donghae y Eunhyuk parecían dos niños peleando por una golosina.

Su corazón latía cómo loco cuando sus dos angelitos le sonreían, a pesar de que Donghae aún no le hablase con la verdad acerca de Eunhyuk él ya tenía bien claro que aquel pequeño era su hijo.

Cómo olvidar el día que lo conoció

Flasback

Caminaba con la cabeza gacha pensando una y otra vez en lo que haria para salvar a su madre.

Ya había perdido al amor de su vida y quizás también a su hijo, no permitiría que le quitasen a su única esperanza de seguir vivo y luchando.

Levanto la mirada y suspiró, dándose cuenta que ahí en la hierva verde se encontraba un niño sentado jugando con sus dedos.

Sin pensarlo se acercó hasta él y se arrodilló para quedar a su altura.

- Hola

Cuando el niño alzó la mirada sus ojos se abrieron con demasía era como si se estuviese viendo en espejo del tiempo que reflejaba su niñez.

Tragó fuerte y sonrió.

- ¿Papi?

- ¿Qué?

- Lo siento es que pensé que ela mi papi.

- Entiendo, así que ¿saliste con tu papá?

- Sí peo no sé dónde tá se fue a tae la pelota.

- De seguro ya está de camino

- Si *lo miró fijamente y rió* - ¿usted también está espelando a su papi?

- ¿Yo? *Al mirar el asentimiento del niño continuó* - No no yo sólo caminaba por aquí.

- Ya es gande

- Claro que sí y te aseguro que tú también lo serás algún día.

- Pelo papi dice que ya estoy gande *poniéndose de pié el niño lo miró desde abajo y señaló mas arriba de su rodilla* - vé