Él se creía el centro de la existencia humana y no estaba tan equivocado, al menos era el centro de mi vida.
Pero su estúpida arrogancia me hacía odiarlo tanto que sólo podía amarlo cada día más. Vivía rompiendo corazones a cuanta mujer se le acercaba pero lo que había hecho con el mio no tenía perdón, el muy desgraciado se lo guardo para su colección.
Y cuánto más le rogaba que me lo devolviera sano y salvo, él le agregaba más candados. Así que se colgaba cada llave sobre su cuello solo para lucirlas frente a mi, y que yo muriera de masoquismo.
Yo le di a elegir entre quedarse o marcharse de una vez y todavía estoy esperando su decisión.
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♡Letras de La Chica del Blog♡♡
Poesía♡ Esta vez estoy lista para huir, Escapar de la ciudad y perseguir el sol.