Un viaje hacia el otro lado

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Tenía tan solo 14 años cuando ocurrio.Estaba acostada en mi cama leyendo y de repente me comenzó a salir sangre por la boca y la nariz. En ese momento llamé a mis padres y me llevaron al hospital.

5 días después yo seguía ahí, me hicieron tomografías, ecografías y muchos otros estudios que mi boca no sabría como pronunciar. En ese momento entraron mis padres, mi pediatra y el doctor de cabecera, En ese momento pensé: -"mi vida terminó"-. El doctor de cabecera (medicina general) me explicó que tenía un tipo de leucemia aunque no entendí mucho de lo que hablaba. Me dijo que tenía que quedarme en el hospital un día más para poder explicarme los tratamientos que había para tratar la leucemia como por ejemplo la quimioterapia.

Al día siguiente me desperté y me di cuenta que mi vida había cambiado para siempre, que yo ya no era normal, que no podía salir a correr o caminar como si no pasara nada , ya nada era lo mismo. Me fui del hospital, llegué a mi casa, entre a mi cuarto y me encerré y comencé a llorar, simplemente no podía creer lo que me estaba pasando, no podía creer que me iba a morir, que no sabía cuándo, que podría quedarme dormida y no despertar jamás. A las 6 a.m. de la madrugada llaman del hospital para confirmar mi primera sesión de quimioterapia en 2 semanas. Durante esas dos semanas antes de comenzar la quimioterapia lo único que hice fue estar acostada mirando programas de asesinatos estilo "CSI" y "Mentes Criminales" y más.

Dos semanas después, me acuerdo que era martes cuando comencé la quimioterapia, me conectaron un catéter y circuitos. Habían enfermeros muy buena onda y otros que te daban ganas de tirarte de un décimo piso solamente para que no te atendieran pero en fin, así comenzó lo que muchos dicen que es un infierno y lo que otros dicen que es una entrada al cielo fácil, yo no creo que sea ninguno de los dos aunque me aterraba la idea de morir, pero me aterraba más la idea de perder a mi familia y amigos y que ellos me perdieran a mí, eso me aterraba más que nada. Para que no estuviera saliendo y entrando del hospital tan sucesivamente me dieron una habitación solo para mí, y me puse a mirar televisión y fue cuando todo empeoro...

Mi abuela había fallecido, perdió su batalla contra el cáncer, lo tenía por todo el cuerpo, la vi sufrir, la vi llorar, la vi llena de operaciones y hasta el día de hoy me acuerdo de ella. Comenzó a llorar, lloré como nunca había llorado, me levante de la cama, desconecte los circuitos, pegue un portazo y salí corriendo.

Dos días después fue su funeral.

Volví a casa, recuerdo haber estado llorando ese día, todo el día, no quería ver a nadie solamente quería estar sola , estuve acostada en el sofá todo el día, deprimida como si mi vida no estuviera allí, me sentía fuera de mí. Al día siguiente me levante y salí a caminar, no había caminado ni medio kilómetro y ya estaba cansada, pensaba que la leucemia me había afectada y tenía razón. Me sentía tan mal cuando volví a casa lo más triste fue que ni mis padres se dieron cuenta, agarre mis cosas y me fui por mi cuenta al hospital, no quería estar allí pero al mismo tiempo tenía que estar, estaba cansada de que la leucemia afectara mi vida. En cuanto entre al hospital vi a mi doctor y me pregunte si podía seguir con la quimioterapia todo lo que mi cuerpo aguantara, el no dudo y me dijo que si, tendría que estar allí por 3 semanas, casi 1 mes más. Habían pasado 6 días desde que me había internado por mi cuenta, me sentía exhausta, no tenía ganas de nada, en ese momento entro mi doctor y me dijo que habían encontrado una solución y esa solución era un trasplante de medula espinal, el trasplante estaba planeado para dentro de 15 días.

15 días después...

Llego el día de la operación, estaba nerviosa, muy nerviosa pero calmada al mismo tiempo porque sabía que todo iba a salir bien, me llevaron al quirófano en donde me inyectaron la anestesia, me quede dormida en 5 minutos. Cuando desperté estaba en mi habitación, rodeada por mis padres y mi doctor, demore como 1 hora en recordar lo que había pasado, mis padres me contaron que la cirugía había sido un éxito y que había durado 2 horas. Me sentía aliviada de que la leucemia se había ido, que todo había terminado y que no había perdido nada. Estaba feliz cuando llegue a mi casa, no podía creer lo que había pasado, lo malo era que tenía que quedarme en reposo por 2 meses, lo único que podía hacer era ir al baño, jugar con mi computadora/celular y mirar televisión. Pasaron 2 meses y empecé a hacerme controles por las operaciones y salieron todos negativos (que no tiene cáncer) Pasaron 6 meses y me hice otro control y tuve una mala noticia, el cáncer había vuelto, los médicos no sabían como pero al parecer apareció una célula cancerígena y todo sucedió de nuevo: quimioterapia y más quimioterapia pero sin resultado positivo esta vez. El doctor me dijo que no había nada que hacer y que disfrutara lo que me quedaba, me quedaban 2 días máximos. Esos dos días pase planeando mi funeral, lo que quería usar cuando estuviera dentro del ataúd y así lo hice.

El sábado a las 3 a.m. me fui al otro lado, estaba dormida, no sentí nada, era como volar en el espacio exterior solo que con oxígeno y no sabía porque lo había, mi alma se desprendió de mi cuerpo y volé tan alto que me sentí un ángel. Lo crean o no fui a mi propio funeral, estaba lloviendo, vi gente llorando, gente que eran mis familiares y amigos, vi cómo me enterraban, como la gente se iba llorando y vi a mis padres dejar flores, mis flores favoritas (un ramo de rosas blancas y en el centro una rosa roja), las dejaron al lado de mi foto.

En ese momento supe que las cosas no pasan por algo, sino por una razón, no pasan solo porque sí.

Aprendí que la vida a pesar de tener altibajos hay que vivirla lo más que puedas porque si no un día estarás del otro lado...como yo.

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2016 ⏰

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