*narra Mayra

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Paso el tiempo y con Erick cada ves ivamos mejor, saliamos juntos, me invitaba a su casa en la cual todos eran un amor, y lo mas hermoso era que nos veiamos todos los días solo por el hecho que eramos conpañeros de curso y asi fue  durante el tiempos, se podria decur que mi vida era perfecta, buenos amigos y amogas, familia a mi lado, y mi obviamente amigo especial Erick.

(Noviembre)

Todo seguia igual que siempre todo maravillosamente perfecto, en este mes Erick estaba de cumpleaños, lo cual no me interesaba mucho en hacerle regalos por que esto recien empezaba. Llega el dia y por coincidencia se cumplian dos meses de nuestro primer beso, que emocionante..

Llegue a casa de Paula que estaba con Jessi , nos pusimos a escuchar musica de sentadas en el sillon, cuando derrepente llega Erick con su amigo Pablo y corrieron rapidamente a la pueza de Paula, y esta los fue a ver, me quede sentada con Jessie en el sillon y siento un grito que venía desde la pieza de Paula:

-Mayraaa! - grito Paula con alto tono.

Corri hacia la pieza donde se encontraba Erick sentado en la cama, al mismo tiempo salieron Brayan y Paula dejandome Sola con mi amigo especial. me sente en la cama.

-Que ocurre?. pregunte a Erick

Erick destapa una rosa de colores que tenia envuelta en ropa y me la entrega.

-quieres ser mi novia.- dijo Erick

Mi corazon se acelero de alegria

-Oh claro que si cariño.- dije.

Pasaba el tiempo y estabamos mejor que nunca con Erick para mi el lo era todo, claro que el tuvo que venir a pedir permiso a mi padre para estar conmigo, despuès de eso pasabamos tardes entera en su casa y tambien en la mia.Viviamos en nuestro mundo.

Un día me dirijia a su casa muy entusiasmada, al llegar me hizo entrar directamente a su pieza, me recoste y el hizo lo mismo, nos comenzabamos a besar, y poco a poco nos calentamos los dos, me subi ensima de èl, para darle más acción al momento y los dos comenzamos a hacer movimientos de deseperacion, empapados de sudor, ya no dabamos más de la exitación que teniamos.Me comenzo a quitar la ropa, y besarme lentamente en el cuello, hasta que tubimos que parar, ambos eramos virgenes y yo tenia demaciado miedo, comprensible como siempre Erick me esperaría..

Seguiamos así de esta forma caliente, casi todos los días, pero nunca llegabamos a perder nuestra virginidad. Siempre quedabamos desnudos y el apunto de introducirse en mi, pero a mi primera mueca de dolor el paraba y sacaba su miembro de mi.

Bonito y maldito amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora