Hacía varios días que lo veía de igual forma, actuar de tal manera y repetir una y otra vez lo mismo que alarmaba su sentido protector.
JunHong llegaba al departamento luego de las actividades diarias y ocupaba el sillón más grande de la sala, y no era como si descansara o sólo se desplomara allí, sino que tomaba uno de los almohadones y los colocaba sobre sus piernas a tiempo en que dibujaba figuras irrelugares sobre la tela. Pensativo. Mientras que el resto de los miembros corría en busca de comida, el maknae se quedaba minutos en el sillón sin hacer otra cosa que permanecer en silencio.
Y Himchan lo veía. De lejos.
Siempre.
Y se preocupaba.
Pero aquél día fue distinto.
Luego de la atareada jornada con sus presentaciones en, ese día en Music Bank -promocionanodo su más reciente canción-, de regreso al departamento Zelo no se quedó en la sala como venía haciéndolo, más bien, cuando los demás lo acompañaron ocupando los restantes lugares en los sillones, él se retiró excusándose dirección al dormitorio. Himchan lo miró perderse por la puerta de su habitación cabizbajo. Y no le gustó lo que vió. Sin esperar fue detrás de Zelo. Su deseo por protegerlo, por saber qué le estaba sucediendo, por el cariño que sentía, fue más fuerte que reparó en lo que estaba haciendo cuando abrió la puerta donde se encontraba el menor.
En estos casos era Yongguk quien actuaba, quien hablaba, y 'con estos casos' hacía referencia a que si se trataba de JunHong, Bang era el que corría a por él. No Himchan. No podía. Pero quería.
Zelo estaba sentado sobre su cama con la pared sirviéndole de apoyo, las piernas extendidas hacia fuera y nuevamente un almohadón sobre su regazo. Miraba por la mediana ventana que daba hacia el exterior del edificio, a las oscuras calles que eran iluminadas artificialmente, a la nada.
– ¿Puedo? –Preguntó el comandante señalando el espacio vacío al lado de él.
– Sí. –Replicó éste corriendo por un segundo su vista de la ventana.
Himchan ocupó su lugar imitando la posición de su compañero, reconociendo dentro de sí cuánto había crecido el más joven del grupo al ver la longitud de sus piernas y las propias. A su lado, ahora ya no se encontraba ese niño que llegó años atrás. Ya no era el pequeño 'Choi JunHong' al que todos cuidaban constantemente. Atrás había quedado esa dulce imagen de maknae. Ahora, era un hombre, uno que había crecido y desarrolado junto a ellos, uno muy hermoso. Observó su perfil, esa línea de mandíbula que se marcaba aún más cuando su cuello estaba estirado a un lado, sus labios, su nariz, sus ojos, los mismo que eran cubiertos por finas hebras de cabello oscuro que caían por su frente. Sí, era un hombre por el cual tenía mucho afecto.
– ¡Cough! –Tosió Himchan de repente cubriéndose la boca con el antebrazo.
Volver a los escenarios, dormir poco y el nerviosismo propio de cada show, se estaban sintiendo nuevamente, estaba pasándole factura a sus cuerdas vocales. No estaba enfermo, ni resfrío ni gripe, sólo se sentía un poco débil de la garganta.
– Hyung –se apresuró Zelo a colocar una mano en la espalda de Himchan por su repentina tos–. ¿Estás bien?
– Oh sí, no te preocupes, hyung está bien. –Respondió el comandante dedicándole una sonrisa sincera. El menor arqueó sus labios de igual forma pero éstos contenían cierto deje de... tristeza. Ese mismo gesto que Himchan vio ese mismo día.
– JunHong –llamó la atención del menor– ¿hay algo que te esté incomodando?
Lo había.
Claro que lo había. Realmente lo había.
Zelo volteó a ver por la ventana retirando su mano de la espalda del mayor. Ambos sintieron una distancia más que la física.
– Odio el skinship –confesó.
Himchan suspiró resignado.
Era eso.
Los últimos días había estado acercándosele a todos los miembros por tema del fanservice ya que era un extra que volví a las fans felices. Incluso con Zelo había interactuado en varias oportunidades. Con el segundo maknae más aún.
Recordó entonces, lo que mucho tiempo atrás JunHong le había dicho, o más bien pedido, y se sintió otra vez rechazado. No sabía cuánto más seguiría teniendo ese sentimiento, pero no podía luchar contra sí mismo, él quería a Zelo de una forma que no era correspondida.
– Era eso... –dijo el mayor suspirando por segunda vez– Te noté extraño estos días, has estado quedándote solo en la sala ó te dormías enseguida sin esperar la cena. Me preocupé por ti. Siempre lo hago.
– Lo siento –se disculpó el más alto.
– No, no, al contrario. Siento si te incomodé con algunas actitudes mías en el escenario, sabes que lo hago por nuestras fans. Pero ten por seguro que no volverá a repetirse, JunHong-ssi.
Le dolió decirlo, aún con una sonrisa, pero le pareció lo correcto. Estaba herido incluso más que antes, Himchan estaba herido por todas partes. Se incorporó de la cama del menor y se dispuso a salir de su habitación, sin embargo antes de poder tomar la manija de la puerta, la voz de Zelo lo frenó en su sitio.
– Odio el skinship de ti y Jongup.
Bajó la mirada hasta la almohada y la clavó allí a la espera de una respuesta a su confesión extraña. Odiaba ver a su comandante coqueteando con alguien que no fuese él. Se había dado cuenta, tarde, de lo mucho que extrañaba sus abrazos espontáneos, los besos en la mejilla o caricias que hacía con total encanto. Extrañaba que no acudiera a él para estas cosas.
– ¿Qué? –Preguntó anonadado el mayor volviendo al lado del maknae con lentitud.
– Lo que escuchaste, hyung. No me gusta tu fanservice con otro que no sea yo.
Y allí estaba toda la verdad. Himchan no supo cómo reaccionar. Se ubicó al borde de la cama temeroso.
– Cuando era más joven, solías acariciar mi cabeza por la noche y revolver mi cabello hasta que me durmiese. Me abrazabas cuando podías y me sonreías provocando una sonrisa en mí. Te preocupaba si comía, qué comía, si descansaba, cómo me estaba yendo en el colegio. Pasábamos tiempo en tu habitación, o salíamos a pasear. –Zelo comenzó a respirar con dificultad y sus pestañeos se aceleraron. Más.
– JunHong... –quiso interrumpirlo Himchan. Fue inútil.
– Pero un día te dije que dejaras de hacerlo, que te destuvieses porque se sentía extraño. ¡Eso fue lo más tonto que pude haberte dicho desde que nos conocemos! –Golpeó la almohada con una mano sobresaltando al comandante–. Hyung... Yo... Te necesito más de lo que crees. Te necesito comigo.
Himchan no esperaba nada de aquello. El menor lo habíia sorprendido con sus palabras. Pero el fuerte latido de su corazón lo impulsó a tomar la mano de Zelo y presionar para que lo mirase.
– Estoy contigo, cuenta conmigo para lo que sea. Sabes que somos amigos.
– No así hyung, yo te necesito más que un amigo. Te quiero como persona, como hombre, como un dongsaeng que se enamoró de su hyung.
Inmediatamente finalizó sus palabras, Himchan se acercó más a él y lo rodeó con ambos brazos en un agarre protector y lleno de afecto que Zelo no pudo entender el porqué pero que de igual forma se le pegó al cuerpo. Las hermosas palabras del maknae llenaron el herido corazón de Himchan de una calidez única que reparó cualquier daño existente.
– Dios, JunHong, dime que no mientes. Dime que no es mentira. Por favor.
Los párpados del menor subieron al escuchar esas palabras. Había pasado un buen tiempo desde la última vez que recibió un abrazo así, tan cariñoso que deseaba no liberarse jamás.
– No miento hyung.
– Porque sino no podría ni sería capaz de decirte que te quiero de la misma forma, y lo hago desde hace años.
Los largos dedos de Zelo se cerraron entre la ropa del mayor cuando éste comenzó a acariciar su cabeza, levantando despacio su cabello entre cada mimo. Así, así quería haberse sentido desde hacía tiempo, protegido por él, amado por él.
Tal vez... ahora estuviese pasando..
No quería soltarse, pero Himchan apartó su propio cuerpo para poder verlo al rostro.
– Poco queda de ese pequeño niño que llegó a nosotros hace mucho ¿no? –Dijo Himchan más como afirmación que como pregunta. Zelo sonrió asintiendo– Es bueno saberlo.
El mayor llevó ambas manos a las mejillas del contrario y acarició su blanca piel con las yemas suavemente. Su dedo pulgar se deslizó hasta su mentón donde trazó un camino hacia sus labios. Finos, rosados, capaces de moverse con agilidad cuando las palabras de su rap se abrían paso por ellos. Deseados.
El menor cerró ambos ojos cuando el roce le provocó un cosquilleo interno, tratando de enfatizar todos sus sentidos en esa única área de su rostro.
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Lay me by your side [B.A.P - HimLo]
FanfictionMientras que el resto de los miembros corría en busca de comida, el maknae se quedaba minutos en el sillón sin hacer otra cosa que permanecer en silencio. Y Himchan lo veía. De lejos. Siempre. Y se preocupaba. B.A.P - Himchan x Zelo/Junhong HimLo