One-Shot

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Hoy era un soleado y precioso día, perfecto para hacer cualquier cosa que uno quisiera, pero por eso mismo decidí suspender las actividades de mi club por hoy.

¿La razón? Quería ver entrenar al equipo de natación de nuestra escuela.

O mejor dicho, a la capitana.

Desde una distancia prudente a la piscina, la suficiente para no correr el riesgo de ser salpicada por los integrantes del equipo quienes saltaban al agua, observaba a la capitana Asu Rito hacer los típicos ejercicios antes de comenzar su rutina diaria.

Después de unas cuantas flexiones y estiramientos se unió a sus kouhai en la piscina, tomó impulso y se lanzó al agua.

Yo la veía mientras ella estaba nadando y competía con sus compañeros por quien hacía el mejor tiempo en completar 20 vueltas a la piscina (competencia que obviamente ella ganó por mucho).

Una sonrisa se dibujó en mi rostro mientras miraba a Asu-Chan, no podía negármelo a mi misma, me había enamorado pérdidamente de esa rubia, de su hermosa sonrisa que brillaba más que el sol de verano, su actitud alegre que podía contagiar a más de uno y su inquebrantable determinación que motivaba a su equipo a darlo todo.

No había nada de ella que no amara.

—¡¡¡Amai-Chaaannn!!!— gritó ella al verme.

Me ahogué un poco con mi propia saliva al ver que ella salía del agua y se aproximaba corriendo a mí sin siquiera secarse, haciendo que las gotas de cristalina agua resbalaran por su cuerpo hasta perderse en el suelo.

— ¡Asu-Chan alto por favor! — dije cerrando los ojos y extendiendo mis brazos al frente para detenerla.

—¡Okey!— oí que respondió, yo respiré profundamente tratando de calmarme y preparándome mentalmente para que, cuando abra los ojos, la imagen de mi amiga en traje de baño no me haga desmayar.

Por fin más calmada, abrí mis ojos para verla pero no pude evitar que el color subiera a mis mejillas.

—Amai~ ¿Estas enferma?— preguntó ladeando su cabeza y mirándome con curiosidad.

—N-no, ¿po-porqué lo dices?— traté de contestar lo más tranquila que pude, pero mis nervios no podían evitar dispararse al verla de ese modo.

—¡Porque estas rojisima!— me respondió — ¿no tendrás fiebre? ¡Subete a mi espalda! ¡Yo te llevo a la enfermería para que te curen!

—¿E-eh? Pero estas mojada y-y yo no necesito ir a la enfermería— traté inútilmente de detenerla, pero sabía que era inútil, cuando ella se proponía algo no había poder humano que la detuviera.

—¡Nada de pero's! ¡O subes a mi espalda o te llevo de princesa! — amenazó con una sonrisa acercándose a mí.

—¡Prefiero la espalda!— grité alarmada haciendo que los demás nos miraran con curiosidad...estaba tan avergonzada que quería que me tragara la tierra.

—¡Jajaja! ¡Sabía que dirías eso! ¡Vamos sube! — dijo inclinándose un poco para que yo me subiera.

Mi corazón latía con tal intensidad que llegue a creer que sufriría un ataque cardíaco, pero aún así le hice caso, al ya estar en su espalda escondí mi rostro en la curvatura de su cuello para evitar ver a los demás, pero gracias a eso logré percibir un poco el perfume natural de Asu-Chan...

En ese momento no me importó llegar con el uniforme mojado a la enfermería.

Al día siguiente, mis kouhai y yo estábamos horneando galletas, Asu-Chan nos acompañaba, ella estaba sentada en una de las sillas del pequeño comedor mientras se quejaba diciendo que era una pena que por la lluvia hayan suspendido las actividades del club de deportes y con eso también las del equipo de natación teniendo tan cerca la fecha de la competencia.

Yo solo trataba de consolarla con dulces palabras mientras terminaba de darle el toque final a mis galletas para dárselas a Rito-Can.

"La forma más rápida de llegar al corazón de un hombre es a través de su estomago" era lo que siempre decía mi madre cuando yo era niña.

Nunca dudé de eso, pero madre...¿como conquisto el amor de una mujer?

No lo entendía, ¿Porqué una chica? ¿Porqué Asu-Chan? Habiendo tantas otras chicas que podrían haberme llamado la atención ¿porqué la única persona que hacía brincar mi corazón tenía que ser ella?

—Gracias Amai-Chan— me agradeció Asu-Chan al tener enfrente de sí el plato con galletas, al instante comenzó a comerlas y de vez en cuando me alababa por su sabor con la boca llena.

Mi corazón palpitaba emocionado al ver que ella disfrutaba lo que yo cocinaba, pero se rompía al recordar que ella estaba enamorada de Yamada-San.

"¿Porqué no nací hombre? Así tal vez tendría una oportunidad con ella." Esos eran mis pensamientos cada vez que la escuchaba hablar de él.

Cuando por fin todas nos dirigimos a nuestras casas, me topé con Ayato-Kun que pasó al lado mío, él estaba agarrado de la mano con otro chico a quien pude reconocer como su novio de hace ya un año.

Él me vio, sonrió y me saludó antes de volver su atención a su novio.

Ayato, a pesar de no ser de mi mismo salón ni de mi club, era lo más parecido a un "mejor amigo varón" que yo tenía, nos habíamos conocido cuando al terminar con las actividades de mi club él había entrado a pedirme ayuda. Al parecer era el primer aniversario que tendrían su novio y él, por eso quería aprender a cocinar.

Yo no tuve ningún problema con eso, con el paso de los días y entre lecciones nos hablábamos cada vez más, al poco tiempo se ganó mi confianza y se volvió mi mejor amigo.

"— Si amas algo no lo dejes ir, no le entregues tu felicidad a nadie más —" decía Ayato cuando le comenté como me sentía con respecto a Asu-Chan.

Tal vez deba seguir el consejo de Ayato-San....

Tal vez Asu-Chan está enamorada de Yamada-San, pero igual algún día será mía...ella no tiene otra opción.

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De una vez aviso que el chico que está con Yandere-Kun no es ni Taro ni Budo. (Solo los que hayan leído "cartas a yandere-kun" entenderán).

Está es una extraña línea temporal (inserte musica de undertale) en donde Ayato aceptó los sentimientos de Kai cuando este se confesó, y a pesar de que al principio no sentía nada con el paso del tiempo comenzó a tener los mismos sentimientos por el otro.

Pinche Ayato, convirtió a la pequeña y dulce Amai en una yandere (porque claro, alguien tenía que seguir con la línea yandere en la escuela :v)

Pinche Ayato, convirtió a la pequeña y dulce Amai en una yandere (porque claro, alguien tenía que seguir con la línea yandere en la escuela :v)

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Quiero su corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora