Tú me enseñaste a amar
y yo te enseñe a sonreír
y si nunca nos volvemos
a encontrar recuerda que
siempre hay razones para sonreír.
Todo fue tan rápido como
un pestañeo pero el recuerdo
será eterno.
No fuiste el primero pero
si el verdadero.
Se que hay pocas promesas
que se cumplen pero aun
así yo te prometo llevarte
en mi corazón y no olvidarte
porque fuiste importante.
Las flores se marchitan los
años pasan y la vida no se
detendrá pero tu recuerdo
perdurará.