Día de muertos

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En un pueblo, no humilde pero tranquilo donde la gente se conocía y no dudaba en ayudar si era necesario, viva su vida cotidiana, personas salía de la iglesia después su misa, mujeres iban al mercado a comprar lo necesario para unos días, contando que había en el centro del pueblo personas empezando a arreglar unos adornos con flores naranjas mientras que otros iban hacia un lugar que no estaba lejos del pueblo: el cementerio

Llegaban a los altares de aquellos que una vez estuvieron con ellos y con cariño los limpiaban, quitando la tierra y poniendo velas con flores naranjas, y las fotos de ellos, había unos que dejaban un pan espolvoreado de azúcar mientras les hablaban como si los tuvieran de frente, contándoles como les había ido mientras no estaban. Un poco lejos había un chico quien hacia lo mismo con los demás, solo que ese momento sentía tristeza

Yata Misaki... mas bien Fushimi Misaki limpiaba la tumba del quien fue su esposo en vida, el solo recordar que, había enfermado con la misma enfermedad de su padre y que unas semanas de agonía dio su ultimo suspiro, le dolía tanto que no fue hace mucho el que logro superar la muerte de su esposo

El chico suspiro con tristeza mientras ponía enfrente de la lapida un portarretratos de su difunto marido y unas velas a sus lados

-no debes de ponerte triste Misaki-

Escucho una voz que llamo su atención, quitándolo de su trance volteo curioso al ver quien lo llamo, era una anciana, la recordaba

-señora Flores-

-oh vamos chico- dijo la señora quien se acerco a una lapida que estaba junto al chico, se inclino y empezó a limpiarlo quitando unas enredaderas-no estoy tan vieja, aun puedo moverme cuando tenia veinte años- dijo de broma- ¡vaya! Estas enredaderas nunca dejan de aparecer, ni aunque los quite ¡parece que nunca los quite!-

-al menos tiene suerte que no fueran dientes de león- comento Misaki un poco mas animado al tener compañía y siguió arreglando la tumba

-no debes de ponerte triste, no creo que Saruhiko le hubiera gustado verte triste- la señora dejo una foto de su marido en la lapida cuando le menciono esas palabras- ay, parece que el tiempo se vuelve lento sin mi Fernando-

Misaki logro conocer al esposo de la mujer hace tiempo, era un hombre alegre y bromista, tristemente por la avanzada edad se fue antes que su esposa, de pronto la señora le dio unas flores naranjas

-¿para que son?-

-para que regresen-

-¿eh?-

Con eso la mujer rio mientras siguió con la limpieza, el aun dudoso las puso en su lugar, para cambiar un poco el tema, ya que la veía un poco más triste de lo normal, hablo para subirle el ánimo

-y creo que igual no quiere que se ponga triste por su partida-

La señora rio levemente mientras cerraba los ojos, recordó cuando estaba con el su esposo y de lo felices que eran, esos recuerdos siempre los tendrá vivos como si había pasado en ese instante

-lo se, al menos se que lo veré otra vez- abrió los ojos tranquilamente, dirigiendo su mirada a la foto

Al escuchar esas palabras trago en seco el oji amarillo y la miro con una sonrisa torcida e incomoda

-no diga esas cosas...-

-¡ay muchacho!-entre risas le dio una pequeña palmadita en su espalda- recuerda que pronto llegara el día-

-aunque no quiero saber que día llegara...- miro la foto de su esposo, era un hombre muy alto, con unos ojos azules y cabello negro- porque se que no aguantare otra perdida-

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